Da Vinci sigue vivo 500 años después
Italia reivindica el genio del pintor florentino para sus desafíos de hoy con un viaje por sus avances e invenciones en los campos de la ciencia y la tecnología
El Gobierno italiano reivindicó el legado de Leonardo da Vinci como fuente de inspiración para los desafíos actuales, al presentar las celebraciones que este año marcarán el quinto centenario de la muerte del genio renacentista. «Fue un artista multifacético. Leonardo siempre es evocado y siempre está presente. Te hace sentir orgulloso», afirmó el primer ministro Giuseppe Conte. Los fastos en Italia, que se prolongarán hasta mediado el 2020, incluirán 78 grandes eventos en numerosas ciudades del país.La primera acción importante es la exposición Leonardo da Vinci. La ciencia antes de la ciencia, que se exhibe en la Scuderie del palacio del Quirinale de Roma y recorre el trabajo del artista florentino en el frente tecnológico y científico para mostrarlo en el dinámico contexto humanístico que caracterizó el Renacimiento. Da Vinci ya pensaba en grandes máquinas para la construcción, en artefactos fantásticos para volar y en una «ciudad ideal», una obra tecnológica y científica desarrollada hace siglos y a la que ahora viaja esta exposición.
La muestra, que abrió ayer sus puertas -hasta el próximo 30 de junio-, presenta más de 200 obras de Leonardo e integra dibujos, artefactos, prototipos históricos y manuscritos, incluido el único libro que se conserva con sus notas de puño y letra. Diez dibujos originales del artista guían al visitante en un camino que discurre por diez salas que exploran los grandes temas que afrontó Da Vinci, como el redescubrimiento del mundo clásico, el desarrollo de máquinas para grandes obras de construcción, el estudio de las vías fluviales, el arte de la guerra o los artefactos para que el hombre lograra volar.
En un paseo cronológico por su vida, la exposición empieza en Florencia, donde el creador se topa por primera vez con la ingeniería. Desde la catedral, Leonardo observa de cerca las grúas, diseñadas cuatro décadas antes por Brunelleschi para construir la cúpula, y queda maravillado, como confirman los dibujos extremadamente precisos que él mismo realizó en años posteriores.
El cuerpo humanoLa siguiente parada es el mundo clásico, protagonista con una reproducción del Panteón para ejemplificar la comparación constante entre las proporciones de los edificios romanos y las del cuerpo humano que hacían Da Vinci y algunos contemporáneos.
La exposición también indaga su concepto de «ciudad ideal», que, a diferencia del Milán circular de entonces, imagina con un sistema de caminos ortogonales de dos niveles con una tecnología hidráulica increíble para la época. En su diseño priman los principios de eficiencia pragmática y racionalidad opuestos a la belleza metafísica del proyecto de ciudad que predominaba entonces.En La scienza prima della scienza cobran mucha relevancia las máquinas ideadas por Leonardo, sobre todo las del sector del textil y la metalurgia que se exponen como dibujos o prototipos. También su biblioteca tiene un reconocimiento, con el tratado de Francesco di Giorgio, único volumen que pertenece con certeza al maestro y está enriquecido con sus anotaciones.
La sala centrada en las máquinas de guerra está presidida por una ballesta gigante que representa la imaginación de Leonardo en el diseño de sistemas bélicos tan grandiosos como irrealizables.Su deseo de volar protagoniza una de las secciones con más interés, gracias a los prototipos. Da Vinci tradujo la anatomía de las aves a las formas mecánicas y pensó en una gran nave espacial voladora con alas curvadas o en un planeador con los extremos de las alas móviles.
Textos y foto tomados de