¿Por qué nos gusta el sexo?
Radio Diez de Marzo comparte la siguiente información:
Aunque podría considerarse que las respuestas más obvias son el placer y la reproducción, los encuentros eróticos suelen llevar aparejadas muchas más motivaciones. Esto es debido a que una relación sexual no es simplemente un acto que implica a las dos personas que participan, sino que está influido por todo un contexto sociocultural. En estas líneas, Rocío Moñino y Ángela Mauri, sexólogas de Vive, explican que ocurre en nuestro cuerpo y cerebro para que las personas sean propensas a querer llevar a cabo está práctica.
Como destacan desde Vive: «Son muchas las investigaciones y teorías desarrolladas por los principales expertos que tratan de responder a esta pregunta, que pretenden reunir las características y sucesos que, en líneas generales, ocurren en todos los seres humanos. Aunque lo cierto es que cada persona es única y vive su sexualidad y prácticas de forma diferente».
Moñino hace hincapié, en primer lugar, en la desmitificación del encuentro erótico con una visión finalista, es decir, un encuentro con la finalidad de llegar al orgasmo y la recompensa inmediata para las personas implicadas. Por ello, lanza una primera pregunta de reflexión, ¿el encuentro sexual es algo más que un medio para llegar al orgasmo? «La práctica sexual está influida por tres procesos diferentes que se encuentran interconectados entre sí. En primer lugar, profundizamos en la parte física. En nuestro cuerpo se desarrollan los procesos que se generan en nuestro sistema nervioso y las sustancias que se liberan en el cerebro», explica.
Las especialistas comentan cómo en todas las fases de la respuesta sexual humana se liberan diferentes hormonas, aunque es en la fase del orgasmo en la que se generan con mayor intensidad. Estas hormonas son la serotonina y la prolactina (provocan relajación en la persona), la noradrenalina (produce vitalidad y sensación de energía), la oxitocina (genera vínculo emocional y amor) y la dopamina (provoca la sensación de placer).
Según Mauri, también intervienen en el encuentro sexual los sistemas nerviosos simpático y parasimpático, que son sistemas autónomos que tienen todas las personas dentro de su sistema nervioso periférico. «Estos dos sistemas se activan mediante la relajación (parasimpático) y la alerta (simpático), dentro del encuentro erótico ya sea con otra persona o contigo misma. Para que la persona pueda disfrutar del encuentro debe estar relajada para que se active el sistema adecuado que le permita dejarse llevar. Sin embargo, en muchas ocasiones lo que ocurre es que se activa la alerta por nuestros miedos, complejos, expectativas con el otro, y un largo etcétera. Esto puede ser la causa de algunas de las disfunciones sexuales».
Además, las personas viven de forma fisiológica muchos síntomas que van a ir informando de sus fases de deseo, excitación y orgasmo. Por ejemplo: sudoración, activación de la frecuencia cardiaca, dilatación de pupilas, erección del pene y el clítoris, etc.
En segundo lugar, Mauri apunta a la piel como medio de interconexión entre lo fisiológico y psicológico. «Citando a Manuel Lucas, médico especializado en sexología, que investiga en su libro ‘Sed de piel’ cómo la piel del ser humano es la más fina de todos los mamíferos y con menos vello. Esto hace que el tacto entre los humanos se convierta en algo más intenso que sentir en el camino del encuentro sexual. Y no me refiero a lo estético de la persona, ni su apariencia, ni su estilo de vestir o de actuar, sino al órgano sexual más grande del ser humano, la piel».
En tercer lugar, en el plano psicológico se van a tocar tres pilares indispensables, como son el amor, los vínculos con la pareja y la autoestima.
«El amor es una emoción y concepto subjetivo, apenas medible de forma cualitativa o cuantitativa. Lo que sí parece más claro es que es un buscador de contacto, fusión y proximidad según Sternberg. Por ello, la práctica sexual se convierte en una forma de demostrar este sentimiento a la otra persona, ya que conlleva un elevado grado de intimidad emocional. El sexo puede actuar como portador de cuidados hacia tu pareja, a través de la estimulación, las caricias, la ternura…», expone Moñino.
Otras razones que explican los encuentros sexuales son:
- Sexo para tener aprobación y afirmación: se produce un sentimiento de seguridad reafirmado mediante la aprobación implícita y explicita de la experiencia erótica.
- Sexo como recurso para reducir el estrés: la proximidad física con la figura de apego reduce el miedo, el dolor, etc. Ese contacto da lugar a tranquilidad y sosiego.
- Sexo como afirmación de poder: sensación de poder que se ejerce sobre la otra persona, en este caso el encuentro erótico se da por esta motivación.
Hay que tener en cuenta la autoestima, que influye directamente en el encuentro erótico. En ocasiones, ocurre que las personas tienen una baja autoestima, pero al sentirse deseados por otra persona mejoran su percepción de sí mismos, tanto en el plano físico como personal. Pensar que hay otra persona a la que le gustamos tanto como para querer acostarse con nosotros nos hace vernos más guapos, más interesantes, más inteligentes… Si, además, el encuentro sale bien y recibimos elogios de nuestra pareja, nos sentiremos válidos, buenos en algo. También es una manera de convertirse en un triunfador (sobre todo entre la población masculina), puesto que el número de conquistas te convierte en alguien admirado y envidiado por tus semejantes.
«El encuentro erótico puede ayudar a aumentar esta autoestima si sale bien, pero también puede hacer que baje si sale mal o no como se esperaba en nuestro ideal. Esto quiere decir que lo más acertado es trabajar esta parte de nosotros para llegar al encuentro sexual desde un planteamiento más constructivo. Se consigue con trabajo personal, en el que es básico el respeto por uno mismo, la imagen que tienes de ti, la autoaceptación y el conocimiento propio. En Vive, trabajamos desde la base con la persona que llega a la tienda online, proporcionando educación sexual y orientando al cliente según sus necesidades concretas. De este modo, ayudamos a que la persona reflexione sobre sí misma y tenga un mayor conocimiento sobre su sexualidad. En este aspecto se propone juguetería o cosmética erótica en diferentes niveles según su experiencia y prioridades», señala Moñino.
Tomado de: https://www.abc.es/salud/gusta-sexo-20221222150803-nt.html