América Latina y el peligro del aislamiento digital
La economía en la mayoría de los países de América Latina dio buenos signos de crecimiento en 2017 y se espera que este año también haya noticias positivas en ese sentido, de acuerdo al último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) presentado durante el Foro de Davos.
Pero lo cierto es que la región no está libre de riesgos, en especial en lo relacionado a su tendencia al aislacionismo, la cual ya está mostrando efectos nocivos en el atraso existente en la incorporación de los países de iberoamérica en la transformación digital que está ocurriendo en este momento en el mundo.
Y al considerar que se aproximan diferentes procesos electorales en, Paraguay, Colombia, México, Brasil y Venezuela, junto a los ya realizados en Costa Rica hace casi dos semanas y al complejo referéndum llevado a cabo en Ecuador, la situación puede complicarse aún más.
“Si hay un cierto cambio de políticas, los agentes económicos tienden a esperar a ver cuales serán las nueva prioridades”, indicó Alejanro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, al periódico español El País. “Las decisiones importantes de los inversores se retrasan hasta saber cuáles son las reglas de juego para aprovecharlas mejor”, agregó.
“Es necesario redoblar los esfuerzos por construir márgenes de protección e implementar políticas estructurales que eliminen cuellos de botella que traban el crecimiento”, indicó Werner.
En este contexto, el experto mexicano Gonzalo Alonso, primer director de Google para le región entre 2005 y 2009, indicó que iberoamérica está perdiendo su última oportunidad de unirse a la revolución digital de la sociedad y los negocios que separa profundamente a los países desarrollados de aquellos en desarrollo.
“Creo que queda todo por conseguir porque muy poco de la verdadera tarea se ha hecho”, dijo en una conferencia con la agencia EFE.
El analista consideró que muchos de los últimos proyectos de implantación digital encarados por los diferentes gobiernos son más “cosméticos” que reales, sin generar una transformación de fondo ya que “no existe ninguna estrategia iberoamericana de digitalización”.
Esto lo atribuye a una falta de “entendimiento digital” en la mayoría de los líderes regionales, muchos de los cuales se presentarán o se han presentado este año a elecciones en diferentes niveles de gobierno sin contar con el nivel cultural necesario ni el conocimiento sobre este problema.
Alonso recomienda a los países dejar de mirarse a sí mismos y empezar a observar modelos exitosos del extranjero, especialmente en Europa.
La región debe crecer hacia “un punto común digital, social, económico”, propuso, pero “vemos cómo estamos alejándonos de eso y de manera agresiva”, consideró.
Se refirió también al estado del comercio electrónico, que no acaba de desarrollarse en México ni en íberoamérica en general por dos problemas esencialmente: déficit logístico para que los productos lleguen al consumidor y a tiempo; y una bancarización de la población iberoamericana muy baja, en torno al 28 %, según Alonso.
La población tiene acceso a internet, pero la disponibilidad de dispositivos es limitada en la región; la adquisición suele ser a crédito proporcionado por el propio proveedor, con unos intereses que pueden llegar a suponer tres veces en tres años el valor del aparato.
“Por tanto, la base de la pirámide sigue sin acceso, puede tener acceso a internet, pero no tiene los dispositivos”, es decir, la brecha digital corre paralela a la social, denunció Alonso.
Además de estas cuestiones estructurales, el también fundador de ClowderTank apuntó contra los propios gobernantes que quieren mantenerse en el poder, los que “no quieren ciudadanos con iPhone” por miedo a que un mayor acceso a la información pueda debilitarlos.
“Ya no nos importa tanto quién esté en el poder, sino qué nos sucede mientras ese está en el poder”, dijo Alonso, es decir, que solucione los problemas pronto y bien. “Tienen miedo a la democracia, a la que sí funciona, en la que todos somos iguales”, expresó.
La disponibilidad de celulares sigue siendo limitada en la región, especialmente en las clases bajas.
El experto insistió en la necesidad de “reinventar el capitalismo y la democracia”, y para ello destacó dos bases: educación y acabar con la corrupción. Sin olvidar que la velocidad tecnológica es imparable, y Latinoamérica va “desfasada”, reiteró.
Proyecciones auspiciosas de crecimiento
A pesar de este diagnóstico, las expectativas económicas son, al momento, favorables, por lo que no deja de haber oportunidades de avanzar en esta área.
Se espera que Brasil, que lleva varios años de crisis política y recesión, crezca un 1,9% en 2018 y un 2,1% al año siguiente, aunque el país debe atravesar las elecciones presidenciales de octubre, cuyo resultado es incierto y genera incertidumbre.
En tanto México, la otra gran economía industrial de la región, crecerá un 2,3% este año y un 3% en 2019. Su particular situación, muy atada a los vaivenes de Estados Unidos, dependerá de las negociaciones de los acuerdos de libre comercio mantenidas con la primera economía global y de las elecciones presidenciales de junio.
Argentina lo hará un 2,5% y 2,8% para 2018 y 2019, mientras que se espera que Perú crezca un 4% cada año y Colombia y Chile, un 3%.
En tanto Venezuela es la consistente oveja negra de los últimos años, con una caída de su economía proyectada en 15% para el 2018, tras caer 14% y 16,5% en los dos años anteriores, y ya alcanzando un 2.400% de inflación en medio de una crisis política y económica generalizada.
Textos y foto de Infobae