EE.UU. le pide a Colombia retomar la aspersión aérea
Publicación de msn noticias. Textos y foto de KienyKe
Este martes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, instó al gobierno a retomar la aspersión aérea de cultivos de coca.
El secretario de Estado expresó su preocupación por el sistema de justicia transicional y el aumento de cultivos de coca en el país, en medio de una conversación con el senador Marco Rubio en una audiencia pública sobre el presupuesto del Departamento de Estado en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
“Les hemos dicho que tenemos que volver a la aspersión (aérea), tenemos que volver a destrozar estos campos”, aseguró.
De igual manera, dio a conocer que el presidente Trump habló con su homólogo sobre este tema durante su visita a Washington y acordaron trabajar con ellos para enfrentar este crecimiento. Aunque no especificó con que sustancia prefiere la aspersión, si respaldó la fumigación aérea.
Sin embargo, también expresó su preocupación por los efectos que pueda generar en la implementación de los acuerdos que se condicione la ayuda económica de EE.UU. “Es una cuestión de hasta dónde queremos llegar a la hora de interferir, condicionar o deshacer de alguna forma el plan al que ellos mismos han llegado con las Farc”, indicó Tillerson.
El senador Marco Rubio también expresó sentirse “preocupado” por algunos puntos del acuerdo de paz, como la Justicia Especial para la Paz, que para Rubio “pone a las Farc en el mismo nivel que a los miembros del Gobierno colombiano a la hora de procesarlos (…) Eso significa que algunas personas que han estado trabajando con nosotros para acabar con estos grupos criminales podrían ser juzgados por trabajar con nosotros“.
Rubio también expresó su preocupación porque se detenga al extradición de los miembros de las Farc
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En el año 2015, el gobierno decidió detener la asperción aérea con glisofato de los cultivos ilícitos, luego de que se comprobara que esta sustancia contaminaba fuentes de agua y otros cultivos. Desde entonces, se ha generado un amplio debate en torno a la posibilidad de retomarlos, luego de que en 2016, los cultivos ilícitos alcanzaran las 188.000 hectáreas sembradas.