El COVID-19 mata a una quinta parte de los pacientes con cáncer, según un estudio
Una investigación publicada en la Revista del Instituto Nacional del Cáncer del Reino Unido analizó 15 ensayos en todo el mundo en los que participaron 3.019 pacientes.
Un nuevo estudio reveló que la enfermedad COVID-19 mata a una quinta parte de todos los pacientes con cáncer que contraen la afección.
Se trata de un análisis en profundidad llevado a cabo por el Instituto Nacional del Cáncer del Reino Unido, que cotejó datos de todo el mundo para llegar a la conclusión de que los pacientes con cáncer que se infectaron con el virus SARS-CoV-2 presentan una tasa de mortalidad del 22,4%.
Es una cifra 273 veces más alta que la tasa de mortalidad del resto de los pacientes. La investigación, que se publicó en la Revista del Instituto Nacional del Cáncer de la Universidad de Oxford, también observó que las personas con cáncer de pulmón y de sangre -denominada leucemia- enfrentan un mayor riesgo frente al nuevo coronavirus.
La tasa de supervivencia para aquellos con cáncer de pulmón y COVID-19 es del 67,1%, mientras que aquellos con cáncer de la sangre y COVID-19 tienen un 65,8% de posibilidades de supervivencia.
Los investigadores observaron 15 ensayos de todo el mundo que en total involucraron a 3.019 pacientes y también advirtieron que tratamientos como la quimioterapia no tienen ningún efecto sobre la tasa de mortalidad.
El profesor Justin Stebbing, líder del estudio y profesor de medicina y oncología en el Imperial College de Londres, manifestó al Sunday Telegraph que los hallazgos son sorprendentes. Él dijo: “Uno de cada cinco es la tasa de muerte en COVID por cáncer, 22,4 %, que es un número muy, muy alto. Debemos prestar atención a este indicador”.
“El NHS (organismo sanitario británico) está abierto y continuará con el tratamiento del cáncer, pero la lección de estos hallazgos es que debemos priorizar a estas personas que resultan muy vulnerables frente al nuevo coronavirus y en donde un encierro no se aplica a los hospitales, pero tiende a causar una hospitalización segura”, añadió el académico.
Para Stebbing, “dar prioridad a las pruebas de virus para los pacientes y sus trabajadores sanitarios, e incluir a estos pacientes en la fase inicial de implementación de las vacunas, es lo que debemos hacer ahora”.
Los autores del estudio dijeron que se debe alentar a los pacientes a que asistan a exámenes de detección de cáncer de rutina y seguimientos siempre que se tomen las “medidas de precaución adecuadas” antes de una visita clínica.
Además de un mayor riesgo para las personas con cáncer de pulmón y de sangre, la investigación también encontró que tener más de 65 años y ser hombre también aumentaba el riesgo de mortalidad. Otros factores de riesgo conocidos, como la diabetes y las enfermedades cardíacas, fueron menos importantes para los del grupo de cáncer.
Los datos alarmantes se producen cuando una organización benéfica advirtió que el país estaba en una encrucijada con la atención del cáncer e instó al gobierno a protegerlo durante el segundo bloqueo.
La organización benéfica contra el cáncer Macmillan advirtió que hasta 50.000 personas en el Reino Unido tienen cáncer que aún no ha sido diagnosticado debido a la alteración causada por COVID-19.
En la Argentina el panorama es igual de preocupante: cada año mueren en el país 60 mil personas por esta causa. Según estimaciones internacionales, la Argentina se ubica entre los países con mortalidad por cáncer media-alta, ocupando el quinto lugar en el ranking del continente”. Para el licenciado Diego Paonessa, director general de Lalcec, “un chequeo a tiempo y no interrumpir los tratamientos son el camino para prevenirlo y reducir estos indicadores”.
“Hemos tenido una reducción significativa en el número de casos nuevos detectados desde marzo hasta julio y de julio hasta los últimos días de septiembre”, advirtió a Infobae. “El cáncer sigue siendo la segunda causa de muerte en la Argentina y se prevé que para 2040 se convertirá en la primera”, insistió.
Lynda Thomas, directora ejecutiva de Macmillan Cancer Support, dijo: “La atención del cáncer se encuentra en una encrucijada y los servicios no se pueden cerrar este invierno”.
“Debido a la pandemia, estimamos que a 50.000 personas más les falta un diagnóstico de cáncer y a otras se les interrumpen sus citas una vez más. “Es simplemente inaceptable que se enfrenten a retrasos insoportables y sin precedentes que podrían afectar sus posibilidades de supervivencia”, manifestó.
De acuerdo a la profesional, “el cáncer no se detiene en COVID-19 y tampoco nuestros servicios de salud. Macmillan está haciendo todo lo posible para ayudar a las personas con cáncer y a nuestro exhausto personal del NHS, pero necesitamos más”.
“Los gobiernos deben prometer a todas las personas con cáncer que no serán olvidadas y garantizar que los servicios oncológicos estén protegidos, pase lo que pase”, enfatizó Thomas.
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