Empresarios en Colombia dicen que medidas tomadas por gobernantes locales han fallado en estos tiempos de Pandemia
Para los empresarios es complicado entender que mientras están en plena recuperación de las enormes pérdidas que registraron por culpa de los cierres obligatorios de empresas, comercio y demás negocios, hoy alcaldes y gobernantes decidan emprender nuevas restricciones para la reactivación total de la economía.
Así mismo los dirigentes se preguntan qué están haciendo con más de un millón de multas que ha impuesto la policía para los infractores de las medidas de bioseguridad y si los sancionados las están pagando, porque parece que esos recursos no están llegando al fisco.
El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, dijo que “a casi un año del primer confinamiento creemos que ha fracasado la autoridad para garantizar la disciplina social en las diferentes ciudades, estableciendo sanciones fuertes a quienes infringen y violan las distintas medidas adoptadas. Mientras se cierran localidades, actividad productiva y comercio formal, se mantiene la permisividad de comercio informal, manifestaciones y aglomeraciones en las calles”.
Esta reacción del dirigente gremial se presentó ante las nuevas medidas tomadas en Bogotá y otras ciudades del país, que incluyen cuarentenas, ley seca, pico y cédula y toques de queda, entre otras.
Para Cabal, “esto no es más que la ratificación de que las políticas implementadas desde hace ya casi un año fallaron y que volverlas a repetir sólo sería la destrucción de nuevos empleos y la muerte para miles de pequeñas empresas que hasta ahora se están reponiendo de meses de inactividad”.
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Asegura el presidente de Fenalco que “está demostrado que los confinamientos y otras medidas restrictivas lo único que causan son enormes consecuencias económicas y sociales a la población colombiana, tal como se evidenció en las cifras de empleo de agosto cuando se implementaron las cuarentenas por sectores”.
Al mismo tiempo los comerciantes se preguntan por qué las medidas restrictivas para pretender controlar las crecientes cifras de contagios por covid-19 se hacen a las empresas formales, que son las que han cumplido con la implementación de los protocolos de bioseguridad, mientras que las campañas dirigidas a la población en general y el comercio informal han brillado por su ausencia.
De acuerdo con el vocero de los comerciantes, los mandatarios locales han contado con el tiempo suficiente para estudiar otros modelos diferentes a las restricciones para controlar los contagios, tal como lo han hecho de manera exitosa otras ciudades en el mundo usando tecnología y otras herramientas para la detección oportuna del virus y el cerco a las personas afectadas.
Para Martha Elena Delgado, directora de Análisis Macroeconómico y Sectorial de Fedesarrollo, cualquier medida que restrinja la operación normal de la economía tendrá efectos negativos sobre el nivel de producción y generación de valor agregado.
Iván Peña, gerente general de Neohyundai, dijo que “con el arranque de la cuarentena en marzo pasado, a abril las ventas fueron prácticamente cero”, luego, tras una leve recuperación hasta julio “vino la cuarentena focalizada y volvimos a resentirnos”.
Este directivo se unió al llamado de la Andi y Fenalco para que los puntos comerciales del sector automotriz permanezcan abiertos manteniendo las condiciones de bioseguridad que han venido cumpliendo.
“El anuncio de cierre nos cae como un balde de agua fría porque hemos hecho preparativos para arrancar el año con optimismo. No se trata de comercio masivo, en un concesionario no entran cientos de personas al día y las medidas nos han significado costos adicionales”, puntualizó.
Por su parte, Fabián Gómez, CEO de Frubana, plataforma especializada en frutas y verduras, opinó que las zonas cerradas afectan 20% de las ventas de la empresa. Para el directivo, las medidas afectan a agricultores que ya se habían programado para hacer entregas y perderán sus productos. “Nos preocupa que los restaurantes tengan que seguir cerrando puntos y despidiendo empleados”.
A su vez, Guillermo Henrique Gómez, presidente de Acodres, gremio de los restaurantes, indicó que “el primer impacto es que las restricciones impuestas de un día para otro dejan sin capacidad de reacción”, al tiempo que observó que las empresas quedan con millonarios inventarios que se van a perder, pues la atención vía domicilio es apenas 10% de las ventas.
Aglomeraciones
El director de Anif, Mauricio Santamaría, criticó en su cuenta de Twitter la medida. Se refirió a la promoción de eventos para Navidad que implicaron aglomeraciones, y como en otras ciudades del mundo se han impuesto horarios especiales para ciertas actividades, pero no cuarentenas estrictas.
“El ataque al comercio y los servicios formales (comida, hoteles), mientras que los informales no cumplían ninguna restricción, fue un elemento fundamental para el incremento de los casos”, tuiteó Santamaría.
Con anticipación, el presidente de la Andi, Bruce MacMaster, había señalado que no se debería complicar más la economía con el manejo de la pandemia, sobre todo ahora que el desempleo está cediendo. De acuerdo con el vocero empresarial, las complicaciones económicas que ha dejado la pandemia por el coronavirus hace necesario tener en cuenta que en el país se perdieron más de un millón de empleos que deben recuperarse
“Si nos comparamos con el principio de este año, estamos muy por debajo con relación a las cifras de empleo. Son cerca de un millón quinientos mil empleos menos y eso hay que recuperarlo. Eso solo es posible si se tomaba una decisión sensata sobre este aumento”, dijo.
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