En Europa los líderes aceptan un ambisioso plan de rearme para la seguridad de sus paises
Consientes desde hace décadas de que la seguridad europea es su responsabilidad, pero confiados en la OTAN y, especialmente, la capacidad de respuesta de Estados Unidos (su mayor financiador), la guerra en Ucrania y las advertencias de Washington forzaron a los líderes del Viejo Continente a aceptar un ambicioso e inaplazable plan de rearme.
Con una negociación en ‘ciernes’ para poner fin a más de tres años de guerra entre Rusia y Ucrania, el restablecimiento de las relaciones Casa Blanca-Kremlin y el reiterado anuncio de Trump de abandonar la OTAN si el resto de países miembros no aumentan el gasto en defensa como mínimo al 3% de su respectivo PIB, los mandatarios de la Unión Europea, reunidos en Bruselas, avalaron el gigantesco plan lanzado por la Comisión Europea para financiar el rearme en el bloque comunitario, que incluye, entre otras cosas, flexibilizar las normas fiscales para que los países puedan invertir más en defensa y seguridad.
Desde su primer mandato (2017-2020), Trump ha condicionado la permanencia en la OTAN a que los países miembros aumenten la inversión militar. Este jueves reiteró que Estados Unidos, de lejos el mayor ejército de la alianza transatlántica y máximo garante de la seguridad de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, no debe acudir al rescate de países que, en su opinión, no gastan lo suficiente en su propia defensa.
“Si no pagan, no voy a defenderlos”, dijo a los periodistas en la Casa Blanca, redoblando sus críticas a algunos miembros de dicha Organización y recordó que en seguridad y defensa dependen excesivamente de Estados Unidos.
Los países que, a su juicio, tienen un nivel de gasto militar inferior al necesario podrían no ser defendidos si son atacados. Ello debilitaría el Artículo 5 de la OTAN, que estipula que cualquier miembro atacado será defendido por todos los demás.
Actualmente, Polonia es el que mayor invierte en gasto militar (4.12% de su PIB), seguido de Estonia (3.43%), Estados Unidos (3.38%), Lituania (3.15%) y Grecia (3.08%). Otros 17 países integrantes de la OTAN destinan entre el 2% y el 3%, mientras que el resto lo hace por debajo de ese porcentaje.
Ante la creciente posibilidad de que Trump abandone la OTAN, pero sobre todo con su anuncio de que una vez se logre la paz en Ucrania la seguridad de dicho país debe garantizarla Europa, los líderes de la UE dieron un trascendental paso: avalar el plan para el rearme del continente para la próxima década, así como fijar las prioridades en las compras militares.