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India y Pakistán, vecinos irreconciliables desde 1947

La escalada militar, en la que ambos países afirman haber derribado cazas del país vecino, es el último episodio de un conflicto con más de 70 años.

La escalada de tensión entre India y Pakistán, con el cruce de acusaciones entre ambos países por el derribo de cazas, es el último episodio de un conflicto que perdura desde hace más de 70 años. Tras la división de la India británica en1947 en dos estados, India y Pakistán, el marajá que regía Cachemira decidió que este territorio de mayoría musulmana pasara a formar parte de India, lo que originó el primer choque armado entre las dos naciones.

El 1 de enero de 1949 la ONU trazó una línea de armisticio bajo su vigilancia y dividió el territorio de Cachemira en dos sectores, a la espera de un referéndum que estableciera una solución definitiva. La partición incluyó a la región de Azad Cachemira (con 13.297 kilómetros cuadrados, al norte, bajo administración paquistaní) y a la de Jammu y Cachemira (de 206.703 kilómetros cuadrados, al sur, bajo control indio). Tras unos años de relativa calma, la política anexionista de la India y la acción guerrillera de los musulmanes paquistaníes hicieron estallar la segunda contienda en 1965. La guerra comenzó a principios de agosto de ese año cuando varios miles de insurgentes paquistaníes entraron en la Cachemira india en la llamada Operación Gibraltar con la intención de provocar una rebelión popular. La India respondió invadiendo la frontera internacional en las cercanías de la ciudad de Lahore. El conflicto duró 17 días y llegó a su fin tras la intervención de Naciones Unidas y unas 8.000 bajas, la mayoría paquistaníes. Tanto la India como Pakistán se consideran ganadores de este conflicto, a pesar de que los historiadores opinan que la guerra acabó sin un vencedor claro. La difícil relación entre estos vecinos volvió a recrudecerse en 1971, cuando estalló la tercera guerra entre los dos países, aunque en este caso no por Cachemira, sino como apoyo de la India al movimiento independentista en Pakistán Oriental. De la derrota de Islamabad nació una nueva nación: Bangladesh.

Vías de diálogo, sin acuerdo de paz.

En 1972, Pakistán e India firmaron en la ciudad india de Shimla un acuerdo de paz en el que supuestamente el lado paquistaní ratificaba la Línea de Control que divide Cachemira a lo largo de 720 kilómetros, algo que después Islamabad negó.
Además del conflicto directo entre los dos Estados, a finales de los años ochenta estalló en la Cachemira india un movimiento armado independentista que ha causado al menos 40.000 muertos, casi 14.000 de ellos civiles, según datos del Gobierno indio. Organizaciones de defensa de los derechos humanos en la región elevan el número de fallecidos a 75.000 y critican numerosos abusos de las tropas indias, como desapariciones forzosas o el uso excesivo de la fuerza contra las protestas ciudadanas.
En mayo de 1999 volvió a elevarse la tensión entre India y Pakistán tras la incursión de militares paquistaníes en el área de Kargil, desencadenando una respuesta militar que se prolongó dos meses y que finalizó con el retroceso de Pakistán.
Los dos países firmaron en noviembre de 2003, por primera vez en 56 años, un alto el fuego en toda la línea divisoria de Cachemira.
Tres años después, en septiembre de 2006, los dos gobiernos acordaron en La Habana retomar el proceso de paz, pero las conversaciones con vistas a mejorar sus relaciones fueron suspendidas en 2008, tras un atentado múltiple en Bombay del que el Gobierno indio responsabilizó a un grupo terrorista con base en Pakistán, y se reanudaron de nuevo en 2010.

Crecen los enfrentamientos

Ambos países mantienen vías de diálogo, sin éxito hasta el momento, que se han visto entorpecidas tras graves atentados, algunos de ellos cometidos durante la última década. En noviembre de 2008 ocurrió la serie de ataques terroristas contra varios objetivos en la ciudad occidental india de Bombay, entre ellos dos hoteles y una estación ferroviaria, que causaron la muerte de 166 personas.
India ha acusado reiteradamente a Pakistán de apoyar el «terrorismo transfronterizo» y de permitir y auspiciar el funcionamiento en su territorio de grupos terroristas que tienen como fin atacar objetivos indios y atizar las protestas con ánimo separatista entre la población cachemir.
Desde entonces se ha producido también un recrudecimiento de la violencia en Cachemira tras años de cierta calma, cuando en julio de 2016 la muerte de un conocido terrorista del grupo separatista Hizb-ul-Mujahideen (HM) abatido por las fuerzas de seguridad indias desencadenó una suerte de intifada cachemir que ha dejado entre 140 y 180 muertos y más de 10.000 heridos.
El bombardeo de ayer en Pakistán por parte de las Fuerzas Aéreas indias sigue la misma secuencia que los acontecimientos ocurridos en septiembre de 2016.
La India lanzó entonces «ataques quirúrgicos» en la Línea de Control y mató a varios soldados del país vecino, once días después de un ataque de insurgentes presuntamente provenientes de Pakistán contra una base militar india que dejó 18 soldados muertos.
El bombardeo de este martes de cazas indios fue la respuesta de Nueva Delhi al atentado del pasado 14 de febrero, el peor ataque contra las fuerzas de seguridad indias desde el estallido de violencia en Cachemira en 1989. En ese atentado, perpetrado con un coche cargado de explosivos contra un convoy policial, murieron 42 agentes indios.

Dos potencias nucleares

El Ejército paquistaní anunció hoy el derribo de dos cazas indios dentro de su espacio aéreo y la detención de dos de sus pilotos, pero India solo ha reconocido que uno de sus aviones fue derribado y que uno de sus pilotos está desaparecido. Asegura que los aviones paquistaníes entraron en territorio indio y que también un caza paquistaní fue derribado.
El primer ministro paquistaní, Imran Khan, ha llamado a India al diálogo. «Sentémonos juntos y arreglemos esto dialogando», ha afirmado Khan en un discurso televisado, en el que ha recordado que ambos países son potencias nucleares. «Con las armas que tenemos, ¿podemos realmente permitirnos un error de cálculo?», se preguntó el mandatario. Khan afirmó que si la situación continúa tensándose ni él ni el primer ministro indio, Narendra Modi, podrán controlarla.

Textos tomados de  

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