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‘Jurassic Park’ se vuelve a equivocar: el tiranosaurio rex tenía labios y no se le veían los dientes

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Los dinosaurios depredadores, como el tiranosaurio rex, se representan a menudo con los dientes, grandes como dagas, expuestos de forma permanente. Así es como aparecen en ‘Jurassic Park’ y así es como los imaginamos desde hace más de un siglo. Pero un equipo internacional de investigadores cree que esas imágenes están equivocadas. En realidad, estos dinosaurios tenían los dientes cubiertos por «labios» delgados y escamosos que cubrían y sellaban sus bocas. Los hallazgos, publicados este jueves en la revista ‘Science’, cambian las percepciones sobre la apariencia y la anatomía oral de los depredadores prehistóricos más icónicos.

Investigadores y artistas han debatido si los dinosaurios terópodos, el grupo de dinosaurios de dos patas que incluye carnívoros y depredadores superiores como T. rex y Velociraptor, tenían bocas sin labios donde los dientes superiores perpetuamente visibles colgaban sobre sus mandíbulas inferiores, algo similar a la boca de un cocodrilo.

Sin embargo, un equipo internacional de investigadores desafía algunas de las representaciones más conocidas y dice que estos dinosaurios tenían labios similares a los de los lagartos y su pariente, el tuatara, un reptil raro que se encuentra solo en Nueva Zelanda, que son los últimos sobrevivientes de un orden de reptiles que prosperó en la era de los dinosaurios.

En el estudio más detallado de este problema hasta el momento, los investigadores examinaron la estructura dental, los patrones de desgaste y la morfología de la mandíbula de los grupos de reptiles con labios y sin labios y descubrieron que la anatomía y la funcionalidad de la boca de los terópodos se asemeja más a la de los lagartos que a la de los cocodrilos. Esto implica tejidos orales similares a los de un lagarto, incluidos los labios escamosos que cubren sus dientes.

Estos labios probablemente no eran musculosos, como los de los mamíferos. La mayoría de los labios de los reptiles cubren sus dientes, pero no se pueden mover de forma independiente: no se pueden enroscar hacia atrás en un gruñido o hacer otros tipos de movimientos que asociamos con los labios de los humanos u otros mamíferos.

«Es bastante notable lo similares que son los dientes de los terópodos a los lagartos monitores. Desde el monitor enano más pequeño hasta el dragón de Komodo, los dientes funcionan de la misma manera. Por lo tanto, los monitores se pueden comparar bastante favorablemente con animales extintos como los dinosaurios terópodos en función de esta similitud de funciones, aunque no estén estrechamente relacionados», explica Derek Larson, administrador de colecciones e investigador en paleontología del Royal BC Museum en Canadá.

Poner y quitar labios
Para Mark Witton, de la Universidad de Portsmouth, «los artistas de dinosaurios han puesto y quitado los labios desde que comenzamos a restaurar dinosaurios durante el siglo XIX, pero los dinosaurios sin labios se hicieron más prominentes en los años 80 y 90. Luego se arraigaron profundamente en la cultura popular a través de películas y documentales: ‘Jurassic Park’ y sus secuelas, ‘Caminando con dinosaurios’, etc.

«Curiosamente, nunca hubo un estudio o descubrimiento dedicado que instigara este cambio y, en gran medida, probablemente reflejó la preferencia por una nueva estética de aspecto feroz en lugar de un cambio en el pensamiento científico. Estamos cambiando esta representación popular cubriendo sus dientes con labios de lagarto. Esto significa que muchas de nuestras representaciones de dinosaurios favoritas son incorrectas, incluido el icónico T. rex de Jurassic Park« añade.

Los resultados encontraron que el desgaste de los dientes en los animales sin labios era marcadamente diferente al observado en los dinosaurios carnívoros y que los dientes de los dinosaurios no eran más grandes, en relación con el tamaño del cráneo, que los de los lagartos modernos, lo que implica que no eran demasiado grandes para ser cubiertos con los labios.

Además, la distribución de pequeños agujeros alrededor de las mandíbulas, que suministran nervios y sangre a las encías y tejidos alrededor de la boca, era más parecida a la de un lagarto que a la de un cocodrilo. Por otro lado, el modelado del cierre de la boca de las mandíbulas de terópodos sin labios mostró que la mandíbula inferior tenía que aplastar los huesos de soporte de la mandíbula o desarticular la articulación de la mandíbula para sellar la boca.

«Como le dirá cualquier dentista, la saliva es importante para mantener la salud de sus dientes. Los dientes que no están cubiertos por los labios corren el riesgo de secarse y pueden sufrir más daños durante la alimentación o las peleas, como vemos en los cocodrilos, pero no en los dinosaurios», afirma la coautora Kirstin Brink, profesora asistente de paleontología en la Universidad de Manitoba.

Dientes no tan grandes
Para Thomas Cullen, profesor e Paleobiología en la Universidad de Auburn y autor principal del estudio, el estudio «muestra que, en realidad, los dientes (de los terópodos) no eran atípicamente grandes. Incluso los dientes gigantes de los tiranosaurios son proporcionalmente similares en tamaño a los de los lagartos depredadores vivos en comparación con el tamaño del cráneo, rechazando la idea de que sus dientes eran demasiado grandes para cubrirlos con los labios».

Los resultados brindan nuevos conocimientos sobre cómo reconstruimos los tejidos blandos y la apariencia de los dinosaurios y otras especies extintas. Esto puede brindar información crucial sobre cómo se alimentaban, cómo mantenían su salud dental y los patrones más amplios de su evolución y ecología.

«Algunos opinan que no tenemos idea sobre la apariencia de los dinosaurios más allá de las características básicas como la cantidad de dedos de manos y pies. Pero nuestro estudio, y otros similares, muestran que manejamos cada vez mejor muchos aspectos de la apariencia de los dinosaurios. Lejos de no tener ni idea, ahora estamos en un punto en el que podemos decir ‘oh, ¿eso no tiene labios? ¿O cierto tipo de escama o pluma? Entonces esa es una representación tan realista de esa especie como un tigre sin rayas», señala Witton.

Los investigadores señalan que su estudio no dice que ningún animal extinto tuviera dientes expuestos; algunos, como los mamíferos carnívoros con dientes de sable, o los reptiles marinos y los reptiles voladores con dientes entrelazados extremadamente largos, casi con seguridad los tenían.

Tomado de: https://www.abc.es/ciencia/jurassic-park-vuelve-equivocar-tiranosaurio-rex-labios-20230330161658-nt.html

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