La curiosa historia del dentista colombiano que se autoproclamó papa de la Iglesia católica y se hizo llamar Pedro II
Su nombre era Antonio José Hurtado y, cuando murió Pío XI en 1939, pensó que era el mejor candidato para sucederlo en el trono de San Pedro
El 13 de febrero de 2013 se eligió en Roma al argentino Jorge Mario Bergoglio como el primer papa de la Iglesia católica nacido en el continente americano.
Pero 80 años atrás, en 1939, alguien hubiera discutido ese hito: Antonio José Hurtado era un dentista colombiano que se autoproclamó papa en su pueblo natal de Barbosa (Antioquia) con el nombre de Pedro II.
Se vistió de sotana blanca, dio bendiciones, remodeló su silla de dentista y la convirtió en el nuevo trono papal. Y causó tanto revuelo que la Iglesia católica colombiana tuvo que tomar cartas en el asunto.
Cuándo fue la última vez que la Iglesia católica tuvo dos o más papas al mismo tiempo
Porque no era simplemente el tema de las bendiciones, que podían lucir inofensivas: comenzó a escribir encíclicas y se creyó con el poder de nombrar obispos y sacerdotes.
Actualmente, en una casa de este municipio colombiano -ubicado a unos 450 kilómetros al oeste de Bogotá- solo se conservan algunas imágenes del hombre vestido de papa y su improvisado trono papal.
Pero todos allí saben quién fue Hurtado.
El papa Pío XI murió en febrero de 1939.El papa Pío XI murió en febrero de 1939. Getty Images
“Fue una figura muy llamativa de la historia de nosotros. Porque somos el único municipio de Colombia que tuvo un papa, aunque fuera de mentiras”, le dijo a BBC Mundo Francisco Restrepo Toro, investigador e historiador de la Casa de la Cultura de Barbosa.
“Por Pedro II muchas personas distinguidas, incluso hasta presidentes de Colombia, visitaron Barbosa”, relató Restrepo. Pero, ¿cómo fue el proceso por el que un ignoto dentista decidió convertirse en “papa”?
Del Pío XI a Pedro II
Cuando el 10 de febrero de 1939 moría en Roma Achille Damiano Ambrogio Ratti, más conocido como Pío XI, nadie pensó que un dentista colombiano que vivía a más de 10.000 de kilómetros del Vaticano se candidateara para reemplazar al difunto pontífice.
De acuerdo no solo a la biografía que escribió Restrepo Toro, sino también a varios periódicos locales de la época, cuando se enteró del fallecimiento de Pío XI, Hurtado envió un telegrama al cardenal camarlengo -el encargado de los menesteres del Vaticano cuando un papa muere y se elige uno nuevo-.
En el escrito no solo lamentaba la muerte de Ratti, sino que se presentaba como uno de los postulantes para sucederlo.
Aunque podía sonar a disparate, Hurtado tal vez sabía que su petición tenía una base legal, teniendo en cuenta que había estudiado para sacerdote en el seminario cuando era más joven.
El papa es elegido por los cardenales integrantes del colegio cardenalicio y, según reza el código canónico católico, cualquier laico puede ser designado cardenal de la iglesia romana, sin importar si está ordenado como sacerdote, debido a que es un título honorífico.