La NASA desviará un asteroide: ¿Qué pasaría si uno igual cayera en Madrid?
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La NASA estrellará el martes la misión DART (siglas en inglés de Prueba de redireccionamiento del asteroide doble), una nave espacial del tamaño de un carrito de golf, contra el asteroide Dimorphos, situado a once millones de kilómetros de distancia. Esta primera prueba de defensa planetaria probará la tecnología que podría emplearse para defender a la Tierra de un posible impacto llegado del espacio.
Dimorphos no supone ningún peligro para nuestro planeta, pero si un asteroide de su tamaño y características (supuestamente, un agregado de rocas) lo hiciera, causaría un desastre inimaginable. «Acabaría con toda la vida existente en un área equivalente a toda la provincia de Madrid», afirma Isabel Herreros, investigadora del Centro de Astrobiología (CAB-CSC-INTA).
El choque dejaría un cráter de varios kilómetros de diámetro. Por fortuna, ningún asteroide conocido de más de 140 metros tiene una probabilidad significativa de golpear la Tierra durante los próximos 100 años, pero no todos están localizados. Se estima que, hasta el pasado agosto, solo el 40% de esas rocas han sido descubiertas.
El 75% de los grandes asteroides -unos 800-, aquellos de más de un kilómetro capaces de causar una catástrofe planetaria, están ya localizados y ninguno de ellos tiene una órbita peligrosa. Se sospecha que casi otros 300 gigantes todavía están escondidos, pero, por su tamaño, serán fáciles de detectar si se acercan. Sin embargo, los más pequeños también son problemáticos. Un objeto de 20 ó 30 metros podría arrasar una ciudad entera. El famoso Apophis, de 300 metros, podría devastar una región como Cataluña o Extremadura.
Consecuencias devastadoras
Por fortuna, los impactos de asteroides mortales son poco frecuentes. La Tierra es golpeada por un asteroide de 60 metros de ancho aproximadamente una vez cada 1.500 años, mientras que un asteroide de 400 metros lo hace cada 100.000 años. Sin embargo, las consecuencias serían devastadoras.
Los investigadores estiman que solamente los asteroides de al menos 18 metros de diámetro son letales. Muchos en el extremo inferior de ese espectro se desintegran en la atmósfera antes de llegar a la superficie del planeta, pero golpean con más frecuencia que los asteroides más grandes y generan suficiente calor y energía explosiva para hacer daño. Un ejemplo es el bólido que explotó en el cielo de la ciudad rusa de Chelyabinsk en febrero de 2013 medía 17 metros de alto por 15 de alto. Provocó casi 1.500 heridos y daños en miles de edificios.
Tomado de: https://www.abc.es/ciencia/impacto-asteroide-desviara-martes-acabaria-vida-provincia-20220923182157-nt.html