Las cinco claves para entender la cuestión de Jerusalén
Las críticas arrecian y las consecuencias se prevén graves, pero nada detuvo al presidente estadounidense, Donald Trump , que anunció esta tarde el reconocimiento de Jerusalén como capital del Estado de Israel y el traslado de su embajada a esa ciudad, dando un vuelco a la política seguida por su país en las últimas décadas.
La decisión, que desde la fundación del Estado de Israel han evitado todos los presidentes estadounidenses, puede ser explosiva para la región y para el proceso de paz para israelíes y palestinos. Estas son las cinco claves para comprender la disputa:
1) ¿Por qué Trump hace esto ahora? ¿Cuáles podrían ser los motivos?
En vista del alcance de la decisión, no está claro. Está cumpliendo una promesa electoral y volviendo a entusiasmar a sus votantes, especialmente a los judíos y cristianos evangélicos tradicionalistas, pero a cambio se arriesga a provocar una grave escalada de la violencia en la región y además enfadará a muchos e importantes socios de Estados Unidos, y no sólo en el mundo árabe. En casi todas las partes el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel se equiparará al final del proceso de paz entre israelíes y palestinos, un precio muy alto a pagar.
2) ¿Por qué es Jerusalén el detonador del polvorín de Medio Oriente?
La ciudad es sagrada para judíos, musulmanes y cristianos. En la Ciudad Vieja amurallada se sitúa el Monte del Templo, que los musulmanes llaman Al Haram Al Sharif (el noble santuario) y que es sagrado para islámicos y judíos. Según los musulmanes, el profeta Mahoma ascendió al cielo desde el lugar que ocupa hoy la mezquita de la Cúpula de la Roca, que junto a la Mezquita de Al Aqsa, conforman el tercer lugar sagrado del islam. El Muro de los Lamentos, a los pies del Monte del Templo, es el único remanente del antiguo muro occidental del segundo templo judío destruido en el año 70 por los romanos.
3) ¿Cómo comenzó la disputa por Jerusalén?
Israel conquistó la zona oriental de la ciudad en la Guerra de los Seis Días en 1967 y la anexionó más tarde, en un paso no reconocido por la comunidad internacional. Los palestinos reclaman esa zona de la ciudad como la capital de un futuro Estado palestino que comprenda la Franja de Gaza y Cisjordania. Israel, sin embargo, quiere la ciudad completa como su capital “eterna e indivisible”. La Ciudad Vieja con el Muro de los Lamentos y la Explanada de las Mezquitas se ubica en Jerusalén oriental.
4) ¿Cuáles fueron las primeras reacciones al anuncio del reconocimiento?
A nivel internacional, con la excepción de Israel, fueron desde la crítica hasta la incomprensión. Muchos países de Medio Oriente, pero también países vecinos de la región o europeos alertaron del potencial desestabilizador de la decisión de Trump. Turquía amenazó a Israel incluso con la ruptura de relaciones diplomáticas y convocó una cumbre extraordinaria de los países islámicos, mientras la Liga Árabe también convocó a una sesión de emergencia el sábado en El Cairo.
5) ¿Qué propuestas de solución se plantearon en el pasado a la cuestión de Jerusalén y por qué no funcionaron?
La ONU propuso una administración internacional de Jerusalén en un plan de 1947 que preveía su división. En 2000 el entonces presidente estadounidense Bill Clinton propuso también su reparto. “Lo que es judío seguirá siendo judío y lo que es árabe, será palestino”, versaba la fórmula. De forma similar lo contemplaba la Iniciativa de Ginebra que elaboraron representantes palestinos e israelíes en 2003. Los barrios judíos en Jerusalén este pasarían a soberanía israelí. Arabia Saudita propuso recientemente retomar una vieja propuesta de convertir Abu Dis, un lugar situado en el margen oriental de Jerusalén, en capital de un futuro estado palestino, según informó The New York Times. Pero a todas las propuestas la respuesta israelí es que Jerusalén es su capital “eterna e indivisible”.
Textos y foto de LA NACION