Las mil y una discriminaciones de las mujeres árabes
Arabia Saudí levanta la prohibición de conducir, pero quedan muchas otras medidas más lesivas para las musulmanas.
El entusiasmo despertado dentro y fuera de Arabia Saudí por la orden real que permite a las mujeres conducir un vehículo no oculta la realidad de la larga lista de discriminaciones que aún pesan sobre las saudíes y, en general, sobre todas las mujeres árabes de los países del Golfo. Estas son algunas de las más lesivas:
1. La libertad de movimientos de la mujer está determinada por el guardián varón (mahram), el marido o algún pariente. En los países donde la sharía es más rígida, como Arabia Saudí, la mujer no puede abandonar la casa -ni siquiera para ir al médico- sin permiso del guardián varón. Tampoco puede viajar ni abrir una cuenta bancaria sin esa autorización.
2. No puede casarse con un no musulmán. Sin embargo, el varón mahometano puede casarse con cualquier mujer. La razón de la discriminación es sencilla: es el hombre quien transmite la condición de musulmán a los hijos.
3. Poligamia. El hombre puede casarse hasta con cuatro mujeres a la vez y tener concubinas. La ley islámica se lo permite, aunque son pocos quienes la practican por razones personales o económicas. El varón no tiene obligación de consultar a su primera esposa su decisión de tomar una segunda.
4. Para el divorcio, el hombre no tiene necesidad de acudir a los tribunales civiles: la sharía le simplifica el procedimiento. La mujer no tiene, en la práctica, la misma facilidad para conseguir el divorcio.
5. El hombre tiene un derecho amplio de recriminar a su mujer, incluso con castigos físicos.
6. El contrato matrimonial no lo firma la mujer, sino su tutor masculino. Normalmente es su padre, pero si no vive lo hace su pariente masculino más cercano.
7. Su testimonio en un juicio vale la mitad que el de un hombre.
8. La custodia y manutención de los hijos corresponde exclusivamente al padre a partir de una edad temprana, que puede ser incluso antes de que cumplan los 7 años.
9. Las hijas reciben la mitad de la herencia que corresponde a sus hermanos varones.
10. Mostrar su belleza con la ropa o el maquillaje. El código de vestimenta en Arabia Saudí es estricto. Las mayoría de las mujeres se ven obligadas a llevar una túnica negra -la abaya- y un velo que deja al descubierto solo el rostro. La policía religiosa saudí controla estrictamente esta norma en las calles y centros comerciales.
11. Darse un baño. Hay playas solo para mujeres. En los hoteles de lujo, las piscinas y gimnasios son solo para los varones.
12. Relacionarse con hombres. Las mujeres deben limitar al máximo su conversación con un varón que no sea de su parentela. Todos los edificios públicos tienen entradas diferenciadas para hombres y mujeres.
13. Practicar deportes a la vista de todos. En las raras ocasiones en que atletas femeninos saudíes han acudido a competiciones internacionales, lo han hecho acompañadas de guardianes masculinos y con ropa deportiva que les cubría todo el cuerpo y el pelo.
14. Probarse la ropa durante las compras. La mera idea de que haya probadores femeninos en las tiendas escandaliza al clero wahabí saudí, fuente de legitimidad de la monarquía de los Saud. Hasta enero de 2012, los empleados de las tiendas de lencería en Arabia Saudí eran hombres, por lo general empleados asiáticos; tras una revuelta de las mujeres, ahora se exige que sean chicas.
15. Leer una revista femenina, que no haya pasado previamente por la censura.
16. Entrar en un cementerio. Los camposantos saudíes están abiertos solo a los varones.
17. Comprar una muñeca barbie. En su día fueron prohibidas en el reino, que las considera provocativas por su ropa, accesorios y posturas.
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