Leer aumenta esperanza de vida, nuevo estudio lo confirma
Si bien el análisis sólo muestra una asociación entre la lectura de libros, periódicos o revistas y una mayor esperanza de vida –y no una relación de causa y efecto–, es suficiente para apoyar la idea de que leer mantiene a la mente activa y saludable.
La lectura, se sabe, provee múltiples beneficios para la salud mental y psicoemocional de las personas. Por ejemplo, de acuerdo con el psiquiatra infantil Bruce Perry, la lectura brinda al niño las herramientas para proyectarse hacia un futuro, y una vez que logre contemplar las múltiples posibilidades de un Yo-del-futuro, se facilita contemplar las posibilidades emocionales de un Otro; esto resulta, con práctica y constancia, en la empatía y asertividad.
Ahora, un estudio realizado por un equipo de investigadores de Yale University’s School of Public Health, muestra que una importante correlación entre una mayor esperanza de vida y una mayor cantidad de lectura. Según el estudio realizado en 3 635 personas mayores de 50 años, tan sólo 3.5 horas a la semana son suficientes para gozar de “una ventaja de 23 meses más de vida”.
Si bien el análisis sólo muestra una asociación entre la lectura de libros, periódicos o revistas y una mayor esperanza de vida –y no una relación de causa y efecto–, es suficiente para apoyar la idea de que leer mantiene a la mente activa y saludable. En especial cuando se trata de un proceso en que un libro envuelve, absorbe y mantiene la completa atención en él, pues crea un efecto de compromiso cognitivo resultando en un reprocesamiento lingüístico en diferentes regiones del cerebro. En otras palabras, es posible que la lectura ejerza sobre el cerebro el mismo estímulo y fortaleza que una sesión en el gimnasio ejerce sobre el cuerpo.
Asimismo, los investigadores también sugirieron que la lectura de ficción puede incrementar los sentimientos de empatía, fortaleciendo las conexiones con los vínculos sociales y contribuyendo a redes de apoyo más íntimas y felices –lo cual, a su vez, se relaciona con una mayor esperanza de vida–.
Esto sucede, explica Avni Bavishi, uno de los investigadores, porque “el efecto de los libros sobre la mente del lector provee un mayor beneficio cognitivo, y entonces aumenta la esperanza de vida”. Ahora el objetivo es descubrir si existe alguna diferencia notable entre los libros de ficción y de no ficción, entre e-books, audiolibros y libros tradicionales de papel. Pero lo que sí sabe ahora es que la lectura ayuda a reducir los niveles de estrés, a mantener activas varias regiones del cerebro reduciendo la incidencia de trastornos neurodegenerativos como la demencia, y proveer herramientas de introspección y empatía. ¿Se necesitan más razones?
Publicación tomada de pijamasurf.com