Libertad para todos sobre dos o tres ruedas en el Dia Mundial de la Bicicleta
Las personas mayores a menudo dejan de andar en bicicleta por miedo a lesionarse, pero “Ciclismo sin edad”, un movimiento que comenzó en Dinamarca, les está permitiendo recuperar la movilidad y los placeres del ciclismo con seguridad.
Con el Día Mundial de la Bicicleta, la ONU promueve cada 3 de junio la función de este vehículo de pedales como medio de transporte simple, asequible y limpio.
Sin embargo, a medida que envejecemos, nuestros ojos, piernas y condición física general comienzan a limitar nuestra capacidad para andar en bicicleta. A veces contra su voluntad, las personas mayores dejan de andar en bicicleta por miedo a lesionarse, renunciando a la libertad y la alegría que les brindaba el ciclismo.
La bicicleta es un ecualizador, a través de generaciones, fronteras sociales y países, es una herramienta fantástica para crear vínculos entre las generaciones.
Entre sus objetivos, “Ciclismo sin edad” se ha esforzado por desafiar la discriminación debida a la edad de una persona, creando relaciones entre generaciones, entre pilotos y pasajeros, empleados de asilos y miembros de sus familias.
Las relaciones son tan importantes que deberían consagrarse como un derecho humano. Entonces no construiríamos ciudades y comunidades que impidieran a las personas relacionarse.
Las relaciones ayudan a generar confianza, experimentar felicidad y mejorar la calidad de vida. Son clave para preservar las historias de las generaciones anteriores que de otro modo serían olvidadas.
Los ciclistas voluntarios se involucran con sus pasajeros, escuchan sus historias y luego las comparten con sus amigos y familiares, asegurándose de que perduren en el tiempo.
