LO MEJOR DEL 2020
Por. Carlos Alberto Lenis Garcia
Antes de comenzar a escribir estas líneas me puse a la tarea de pensar que este año totalmente atípico, y luego de haber realizado una labor muy difícil para mí, por mi ejercicio profesional en los medios, de encontrar algo positivo, salirme de ser oyente, televidente y lector de diarios y revistas, que algo bueno deberíamos buscar y no dejarnos más llenarnos de las acomodaciones que tienen algunos periodistas conductores de espacios, quienes siguen trenzados en inclinar sus notas a favor de…y todo motivado por intereses personales como el de ser simpatizante a cierto político, o por querer seguir con el sonado cuento del tal acuerdo de Paz, de seguir insistiendo que el actual gobierno no tiene nada de bueno, simplemente porque quien nos gobierna gana una batalla electoral con un sello particular y otros tantos que solo crean un tipo de desinformación.
Lo bueno que he encontrado es:
Las familias se reencontraron en días de confinamiento, es este el más grande acto positivo que se vivió.
Ante las circunstancias de vida en esta época, a muchos de nuestros hijos, solo lo veíamos en sus cuartos durmiendo en las noches, luego de la jornada.
Tanto los padres como las madres no teníamos tiempo para aplicar parte de los que los nuestros nos dieron; Atencion.
A pesar de lo no gustado por la mayoría de los jóvenes, lo virtual para aprender, no gusta, los pudimos acompañar presencialmente en sus tareas, gastar algo de tiempo para ellos.
Disfrutamos de las tres comidas en casa, vimos películas juntos, hicimos ejercicios físicos juntos.
Compartimos de lecturas, entrar al internet y ver cosas curiosas que no sabíamos que existían, aprendimos juntos a vivir cosas únicas de la tecnología.
Vimos juntos y con interés diario lo que se nos decía oficialmente de casos de contagios, para así presenciar de esa forma este problema y como enfrentarlo con las recomendaciones dadas por las organizaciones de salud, para poder sentir la tranquilidad de no sufrir por este problema. Aquí hago una salvedad, es que aquellos que se han contagiado no pusieron la atencion necesaria a la que enfatizo.
No acostamos a tomar el sueño en las noches juntos y temprano, hicimos labores de casa, como la de cocinar, oficios que a pesar de vivir en casa nunca nos interesamos en realizarlos.
Aprendimos a trabajar frente a un aparato de comunicación con el teletrabajo, y pudimos darnos cuenta que esta alternativa existía y que no la habíamos aprovechado.
Se nos quedó grabado por siempre, que existen posibilidades que nunca habíamos tenido en cuenta, que de un momento a otro el ser humano se puede extinguir, esta enseñanza ahora le damos el más grande de los valores, para refrescar nuestras mentes fincada en intereses de mucha más atencion a los cuidados que debemos tener en cuenta por el resto de nuestros días.