Los beneficios de perder el tiempo
Perder el tiempo es tan importante como aprovecharlo. O eso al menos reza esta reflexión realizada por psicólogos.
Grandes personajes como Charles Dickens, Gabriel García Márquez y Charles Darwin seguían horarios bastante relajados, trabajaban cinco horas al día o menos. Se dice que Albert Einstein necesitaba dormir unas 10 horas e incluso echaba varias siestas.
Pero vivimos en un mundo y una época marcados por la competitividad, por el afán de productividad y una lista interminable de cosas que hacer. Estas situaciones muchas veces nos generan estrés y mal humor haciendo que nos sintamos agobiados y culpables si no hemos aprovechado nuestro tiempo al máximo. En realidad, el hecho de llevar una vida amoldada a cumplir una serie de tareas concretas a raja tabla, nos proporciona una rutina aburrida con la que seguramente no podamos alcanzar al felicidad.
Pero perder el tiempo es satisfactorio y necesario, ya parece ser, que puede aportar una serie de beneficios. Hemos de tener en cuenta que mientras transcurra el tiempo nunca podemos hablar de pérdida ya que siempre o casi siempre va a conllevar un aprendizaje. Debemos encontrar un equilibrio entre los momentos o periodos de productividad y los descansos para poder hacer efectivos los beneficios de perder el tiempo.
No debe importarnos dormir más de la cuenta, demorarte dando un gran paseo o distraernos mirando por la ventana ya que son experiencias necesarias que nos apartan de la realidad y nos invitan a una reflexión tan necesaria como el trabajo. No obstante, otras actividades como interrumpir continuamente nuestras tareas consultando sitios web o chateando con amigos no contribuirán ni a nuestra productividad ni a nuestra felicidad.
Grandes personajes como Charles Dickens, Gabriel García Márquez y Charles Darwin seguían horarios bastante relajados, trabajaban cinco horas al día o menos. Se dice que Albert Einstein necesitaba dormir unas 10 horas e incluso echaba varias siestas.
Pero vivimos en un mundo y una época marcados por la competitividad, por el afán de productividad y una lista interminable de cosas que hacer. Estas situaciones muchas veces nos generan estrés y mal humor haciendo que nos sintamos agobiados y culpables si no hemos aprovechado nuestro tiempo al máximo. En realidad, el hecho de llevar una vida amoldada a cumplir una serie de tareas concretas a raja tabla, nos proporciona una rutina aburrida con la que seguramente no podamos alcanzar al felicidad.
Pero perder el tiempo es satisfactorio y necesario, ya parece ser, que puede aportar una serie de beneficios. Hemos de tener en cuenta que mientras transcurra el tiempo nunca podemos hablar de pérdida ya que siempre o casi siempre va a conllevar un aprendizaje. Debemos encontrar un equilibrio entre los momentos o periodos de productividad y los descansos para poder hacer efectivos los beneficios de perder el tiempo.
No debe importarnos dormir más de la cuenta, demorarte dando un gran paseo o distraernos mirando por la ventana ya que son experiencias necesarias que nos apartan de la realidad y nos invitan a una reflexión tan necesaria como el trabajo. No obstante, otras actividades como interrumpir continuamente nuestras tareas consultando sitios web o chateando con amigos no contribuirán ni a nuestra productividad ni a nuestra felicidad.
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