Misterioso objeto cruzó el sistema solar e inquieta a los astrónomos
Según la Nasa, el asteroide interestelar ‘vaga’ por la Vía Láctea por cientos de millones de años.
Los astrónomos que tenían como misión averiguar cuál era el misterioso objeto rocoso que pasó muy cerca de la Tierra, en octubre, al fin han resuelto el enigma.
Se trata de un asteroide interestelar, el cual, según los científicos, es rico en moléculas orgánicas y está haciendo un recorrido por la Vía Láctea a una velocidad de más de 38 kilómetros por segundo, en relación con el Sol.
El hallazgo se logró gracias a observaciones del telescopio Pan-STARSS 1, ubicado en Hawái, lugar de donde proviene su nombre: ‘Oumuamua’, lo que significa ‘explorador’ en hawaiano.
Por supuesto, la Nasa no podía dejar pasar esta noticia, razón por la que publicó en su cuenta de Instagram una foto en la que explican los detalles del descubrimiento y su procedencia.
“Las observaciones sugieren que este objeto inusual había estado vagando por la Vía Láctea, sin estar conectado a ningún sistema estelar, durante cientos de millones de años antes de su encuentro fortuito con nuestro sistema estelar”, mencionan.
Según una publicación de ‘The Guardian’ este es solo uno de los miles de objetos sin identificar que vuelan de un lado a otro en el cosmos.
Por ser esta la primera roca espacial de otra estrella identificada, se cree que podría ayudar a los astrónomos y científicos a acercarse a un resultado más preciso de cómo son los planetas en los otros sistemas solares.
La revista científica ‘Nature’ dio a conocer un estudio que confirma que se trata del primer asteroide interestelar registrado por el ser humano y que se trata de un objeto de naturaleza metálica o rocosa, de forma alargada (a diferencia del resto de asteroides del sistema solar), con una longitud de 400 metros y color rojo oscuro.
Según el portal de ESO, European Southern Observatory, el telescopio VLT (Very Large Telescope) fue usado para medir la órbita, el brillo y el color del objeto. La labor se hizo combinando imágenes del instrumento FORS del VLT (con cuatro filtros diferentes) con las de otros grandes telescopios y bajo el monitoreo de un equipo de astrónomos al mando de Karen Meech, del Instituto de Astronomía, Hawái, EE.UU.
Estudiar a Oumuamua fue una tarea titánica pues está desapareciendo rápidamente mientras se aleja del Sol y ha pasado la órbita de la Tierra, en su camino fuera del Sistema Solar. Además, se descubrió que varía muchísimo su brillo, “en un factor de diez, a medida que gira sobre su eje cada 7,3 horas”.
“Cálculos orbitales preliminares sugieren que el objeto viene aproximadamente de la dirección en la que se encuentra la brillante estrella Vega, en la constelación septentrional de Lyra”, publicó el observatorio en su portal.
Resultados divulgados por ESO demuestran que el brillo de este objeto varia mucho, en la medida que gira sobre su eje cada 7,3 horas. No tiene cantidades significativas de hielo ni agua y su color rojizo se podría explicar por los efectos de la irradiación de rayos cósmicos durante millones de años.
Textos y foto de ELTIEMPO.COM