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Muerto a tiros un ministro somalí al confundirlo con un terrorista

Publicación de msn noticias. Texto y foto de   La Vanguardia

La pregunta aguardaba entre las demás, como si no fuera diferente. Durante años, al llegar al aeropuerto de Mogadiscio, capital de Somalia, y cumplir con la rutina de rellenar el formulario de entrada al país, el visitante se topaba con un cuestionario particular.

Entre las demandas de información habituales sobre sexo, estado civil, profesión, domicilio o fecha de caducidad del pasaporte había otra pregunta diferente: “¿Cuál es el calibre de su arma de fuego?”, inquiría aquel papel.

Esa convivencia con las armas y con una violencia de más de 25 años está en la raíz del penúltimo incidente dramático en el país del Cuerno de África. La desgracia, esta vez, tenía nombre de autoridad: el ministro de Obras Públicas, Abas Abdullahi Sirayi, fue muerto el miércoles a tiros cerca del palacio presidencial por fuerzas de seguridad que lo confundieron con un terrorista.

A sus 31 años, Sirayi era el ministro más joven del Gabinete del nuevo presidente de Somalia y se había convertido en un símbolo al ser el primer refugiado somalí que obtenía un cargo gubernamental. Sirayi, nombrado ministro el mes de marzo pasado, vivió gran parte de su infancia en el campo de Da­daab, en Kenia. El ministro de Información, Abdirahman Omar Osman, lo describió ayer como un “joven brillante y una estrella en ascenso que mostró su compromiso por servir al país”.

El presidente del país, Mohamed Abdullahi Mohamed Farmajo, vencedor de las históricas elecciones del pasado febrero, anunció la cancelación de su viaje oficial a Etiopía para asistir al funeral del ministro y ordenó la detención de los responsables. Según medios locales, ya hay cuatro guardias detenidos.

El incidente ocurrió el miércoles por la tarde, cuando el coche en el que viajaba Sirayi se aproximó a uno de los numerosos controles de seguridad cerca del palacio presidencial en el mismo momento que lo hacía el vehículo blindado del controlador general de las finanzas públicas, Nur Farah Jimale.

Según las primeras investigaciones, Sirayi murió víctima de “una confusión”, ya que fueron los propios guardias de Jimale los que dispararon contra su vehículo. Al parecer, los guardias identificaron por error al ministro como “una amenaza” y consideraron que se trataba de un “coche sospechoso”, por lo que optaron por disparar. Varios de los escoltas de Sirayi resultaron heridos en el incidente.

Los ataques suicidas son habituales en la ciudad y en marzo un coche bomba mató a cinco personas en un control similar, lo que explica el nerviosismo de las fuerzas de seguridad. No es la primera vez que se producen víctimas entre soldados o policías debido a una confusión o a un exceso de celo, aunque Sirayi es el funcionario de más alto rango muerto hasta la fecha por el llamado fuego amigo.

En las últimas semanas, se ha recrudecido la amenaza del grupo yihadista Al Shabab, vinculado a Al Qaeda y que controla gran parte del país. Ante los anuncios del presidente Farmajo de otra ofensiva militar, los yihadistas han amenazado con una nueva ola de atentados en edificios gubernamentales, hoteles o bases militares. El mes pasado, Estados Unidos anunció el despliegue de unas decenas de soldados para apoyar al ejército somalí y llevar a cabo operaciones de seguridad.

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