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REFORMA TRIBUTARIA I. La Columna de Manuel Saa


Durante los últimos días hemos oído todo tipo de comentarios referentes a la reforma tributaria anunciada por el gobierno, que tiene como fin solucionar el complejo problema fiscal en que se encuentra Colombia y, que podría generar que, los organismos que evalúan las deudas de los países, nos calificaran mal, causando que los intereses de toda la deuda nacional sean más altos e incluso llegando a ocasionar que no nos presten, como ya les ha sucedido a algunos países de la región, bajo ninguna otra circunstancia.

Por supuesto que todo el mundo anhela que el estado no cobre impuestos, aunque también prefiere que siga ofreciendo todos los servicios de bienestar, incluidos los múltiples subsidios que nos hemos inventado durante largos periodos.

También es obvio que ni siquiera los más populistas que proponen este tipo de cosas, creen que esto sea posible.

Todos hemos oído alguna vez que Suecia es un país igualitario, donde el estado ofrece unos servicios sociales de primera categoría a toda la población y, que allá la gente paga los impuestos con gusto porque los ve reflejados en una alta calidad de vida.

Por lo anterior, me di a la tarea de investigar un poco, cómo es el sistema tributario del país nórdico, para ver si uno creería que es viable de aplicar algo de eso en nuestro tropical Colombia.

En medio de esta investigación me encontré con muchas sorpresas.

Durante años hemos oído a nuestros congresistas y ministros, insistir en subir los impuestos a las empresas y, no gravar, de forma tan fuerte, a las personas naturales; hemos insistido, reforma tras reforma, en esa fórmula que no ha logrado sacarnos del subdesarrollo, desafiando la frase célebre del premio Nobel de física, Albert Einstein, quien dijo “Una locura es hacer siempre la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”


En Colombia hoy, las sociedades pagan un impuesto del 33% y, las personas naturales pagan un impuesto de renta que va: desde el 0% para aquellos con rentas inferiores a 4 millones mensuales, hasta un 33% para rentas superiores a 20 millones mensuales. Pagamos un IVA del 19% y una tasa reducida del 5% sobre algunos artículos de la canasta básica que, están incluidos y, el 0% sobre la mayoría de los productos de la canasta básica. Esto ha llevado a que hoy tengamos un coeficiente de Gini de 0.508 el número 147 del mundo, una sociedad muy desigual.

En cambio, en Suecia, una sociedad bastante igualitaria con un coeficiente de GINI de 0,276 (entre más bajo es, más equitativa es la sociedad) el número 14 en el mundo, la tendencia es, al contrario, la tasa de impuesto de renta para las sociedades es del 20,6% este año y fue del 21,4 en 2020.

El impuesto de renta a las personas naturales en contraste va del 32% al 56% y el IVA es del 25%, con una tasa reducida del 12%, en donde está casi toda la canasta familiar y una tasa baja del 6% en donde está prácticamente el resto, incluyendo el transporte público.
Y esto por supuesto tiene una explicación clara del porque la diferencia, pues las empresas crean la riqueza y el empleo para que, las personas naturales, puedan gozar de un sistema de proteccion social; que es reconocido en todas partes.

Yo creo que es el momento de empezar a hacer las cosas distintas, con el fin de conseguir resultados diferentes, sobre todo, si tenemos en cuenta que el 95% del empleo formal en Colombia, lo generan las mipymes y, que nuestro nivel de informalidad es del 48,5% de la fuerza laboral colombiana. Por supuesto que esto no es Suecia y no se parecerá nunca a ese país, sino cambiamos de forma de actuar.

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