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Colombia tiene el cuarto salario mínimo más pobre de la región

Así lo advierte un informe de la universidad de La Sabana.

Textos y foto de Publicación de  EL ESPECTADOR de Bogotà, Colombia

Con un sueldo mínimo de 215 USD, el país está en los últimos lugares entre los países con los salarios más pobres de Latinoamérica y el Caribe. Colombia sólo está por encima de Brasil (212 USD), México (120 USD) y Nicaragua (115 USD), según un estudio realizado por el programa de Economía y Finanzas de la Universidad de La Sabana.

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo, en América Latina y el Caribe el crecimiento promedio del salario real fue del 1,01% entre 2006 y 2013. En Colombia, como caso preocupante, esta cifra fue de 0.01% entre 2006 y 2016, muy inferior al promedio del continente.

“Aún estamos muy lejos de Panamá (744 USD), Costa Rica (512), Argentina (448) y Guatemala (369) que tienen los mejores salarios mínimos de la región”, afirmó Ana María Olaya, autora del informe.

Este informe académico sostiene además que los precios de los alimentos, transporte, vivienda y educación siguen creciendo en términos reales por encima del salario mínimo y evidencia un aumento en el costo de vida de los colombianos.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en cuanto a los precios de los alimentos, se registró un crecimiento anual de 1.44%, entre febrero de 2015 y febrero de 2016; y de 0.71% de febrero de 2016 a febrero de 2017.

Con relación al transporte, en Bogotá la Alcaldía Mayor aumentó la tarifa de Transmilenio en 21.21% ($2.200) y la del SITP en 28.71% ($2.000), entre febrero de 2016 y marzo de 2017. (Lea: A meterse la mano al dril: este sábado suben pasajes de Transmilenio y el SITP)

En cuanto al tema de compra de vivienda, el Banco de la República señala que el índice de precios para compra de apartamento o casa nueva en Bogotá, Medellín y Cali creció 32%, entre 2010 y 2016.

Respecto a los costos en educación, el precio de las carreras profesionales en Colombia subió más del 30% en menos de 5 años. Según el Observatorio de la Universidad Colombiana, el 64% de los programas de pregrado aumentó el precio de sus matrículas por encima del 7%, un 21% lo hizo un 15% y únicamente un 14% del muestreo incrementó los pregrados por debajo del 6%.

“Esta situación también ha impactado el bolsillo de las familias, generando una desaceleración en el consumo de los hogares colombianos. Según la firma analista Raddar, en enero el gasto de los hogares cayó 3.5% respecto al mismo mes del año anterior, en febrero 1.7%, en marzo 1% y en abril 0.8%”, agrega el informe.

A pesar de ésta situación –sostiene el informe– el Banco de la República no ha tomado buenas decisiones. Desde abril de 2014 comenzó a aumentar la tasa de interés de intervención –al pasar de 3,5 en abril a 4,5 en septiembre del mismo año–. “En el 2015, como medida para frenar la inflación, también incrementó la tasa, al pasar de 4,5 en septiembre de ese mismo año a 7,75 en agosto de 2016. Una medida que no incentivó el consumo de los colombianos y, al contrario, ratificó lo mal que estaba la economía”, explicó Olaya.

Como consecuencia de ese incremento, las tasas de interés de vivienda, consumo y tarjeta de crédito comenzaron a crecer desde octubre de 2015. En las primeras semanas de diciembre de 2016, por ejemplo, las tasas llegaron a niveles altos como consecuencia de esta polémica política monetaria afectando los créditos de vivienda, que llegaron a tener tasas de interés de 12,49%, en compra de vivienda de interés social (12,94%), en créditos de consumo (entre 17,9% y 22,8%, dependiendo del plazo) y en tarjetas de crédito (entre 30,5% y 32,3%).

Desde diciembre de 2016 a la fecha, el emisor ha bajado la tasa de intervención de 7,75 a 6,50 puntos; sin embargo, esta medida parece no haber impactado el mercado, pues las tasas de los créditos de consumo se mantuvieron altas, ubicándose entre 18% y 24% -con un incremento de 0.5 y 2 puntos porcentuales dependiendo del plazo en los últimos cuatro meses– y las de tarjetas de crédito, entre 30,7% y 32,8% -con un incremento de 0.4 puntos porcentuales en los últimos 120 días–.

“Las entidades financieras, solo cuando les conviene, transmiten la política monetaria. Cuando el Banco de la Republica sube tasas de interés las entidades corren a subirlas en las dos semanas siguientes; mientras que cuando el emisor las bajó en diciembre de 2016, los bancos no respetaron esas medidas y aún las mantienen altas”, comentó Olaya.

El informe de La Sabana recomienda a los hogares dejar de endeudarse por un período corto, cercano a los seis meses, debido a que se espera que en este tiempo se presente una presión hacia la baja de las tasas de interés de los créditos de consumo y vivienda; y los bancos, en consecuencia, tendrán que transmitir, gústeles o no, la política monetaria del emisor.

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