Revés de la justicia europea a Uber: dictamen dice que es un servicio de transporte
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dado un revés a la plataforma Uber y un espaldarazo a los taxistas.
Publicación de La República, de Bogotá, Colombia En un dictamen preliminar de su abogado general, la institución asegura que la empresa, que pone en contacto a conductores y pasajeros a través de una aplicación móvil, “pertenece al ámbito del transporte”, por lo que “puede obligarse a Uber a disponer de las licencias y autorizaciones requeridas por el Derecho nacional”. Esto podría también abrir la puerta a que los Estados exigieran a la compañía que tratara a los conductores como empleados, en lugar de autónomos.
“El servicio ofrecido por Uber no puede calificarse de servicio de la sociedad de la información: se trata más bien de la organización y gestión de un sistema completo de transporte urbano bajo petición”, afirma el abogado general Maciej Spuznar. Aunque la opinión publicada hoy no es vinculante para los jueces que dictarán la sentencia final, estos suelen respetarla en la mayoría de ocasiones (dos de cada tres, según los datos históricos del TJUE).
La reacción de la compañía no se ha hecho esperar. A través de un portavoz, Uber ha señalado que “ser considerados una empresa de transporte no cambiaría la operativa que actualmente tenemos en la mayoría de países de la Unión Europea”.
“Esta decisión confirma la necesidad de un cambio normativo para que millones de personas puedan acceder a una movilidad más asequible y sostenible”, ha recordado, para añadir que esperan “la decisión final del Tribunal a finales de año”.
El caso ha llegado a la justicia europea a raíz de una demanda de la asociación de taxis española Elite Taxi, una organización profesional que agrupa a taxistas de la ciudad de Barcelona que interpuso una demanda ante el Juzgado de lo Mercantil n.º 3 de Barcelona y que acusa a Uber de competencia desleal.
Pero la victoria de los taxistas es solo parcial. Aunque el dictamen supone un revés para Uber, una futura sentencia en esta línea no va a suponer que la multinacional estadounidense cese sus servicios. El caso se refiere únicamente al servicio denominado UberPop, donde conductores particulares no profesionales transportan a pasajeros en sus vehículos. Para el resto de servicios de Uber, ofrecidos por conductores profesionales con licencia de transporte, una eventual sentencia no tendría impacto práctico.
Aún así, el dictamen del abogado general podría tener consecuencias profundas para el modelo de negocio de Uber. El hecho de que sea considerado una compañía de transporte en lugar de una mera plataforma tecnológica podría abrir la puerta a que los Estados exijan a la compañía que trate a sus conductores como empleados -con todos los derechos correspondientes- y no solo como autónomos que usan los servicios de la plataforma para ofrecer un servicio a sus clientes.
En este sentido el Abogado General afirma que “los conductores que circulan en el marco de la plataforma Uber no ejercen una actividad propia que exista de manera independiente de dicha plataforma”, sino todo lo contrario: “Esta actividad únicamente puede existir gracias a la plataforma, sin la que no tendría ningún sentido”.
Además Spuznar afirma que Uber controla los factores económicamente relevantes del servicio de transporte urbano ofrecido en el marco de esta plataforma
Impone a los conductores requisitos previos para el acceso a la actividad y su desarrollo recompensa económicamente a los conductores que llevan a cabo un número importante de trayectos y les indica los lugares y los momentos en los que pueden contar con un número de carreras importante o tarifas ventajosas (lo que de este modo permite a Uber adaptar su oferta a la fluctuación de la demanda sin ejercer un control formal sobre los conductores); Ejerce un control -si bien indirecto-, sobre la calidad de las prestaciones de los conductores, lo que puede llevarles incluso a ser expulsados de la plataforma Determina de hecho el precio del servicio. “Todas estas características excluyen que Uber pueda ser considerado un mero intermediario entre conductores y pasajeros”, concluye Spuznar.