Continúa la desesperada búsqueda de víctimas de la erupción del volcán de Fuego en Guatemala
Los equipos de rescate retoman este martes la búsqueda de sobrevivientes y víctimas de la potente erupción del volcán de Fuego en Guatemala, que dejó al menos 69 muertos, informó protección civil.
“Vamos a seguir hasta que encontremos a la última víctima, aunque no sabemos cuántas víctimas hay, pero vamos a revisar el área las veces que sea necesario”, dijo a la AFP el director de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), Sergio Cabañas.
El director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Fanuel García, señaló que ese organismo colabora en la identificación de los cuerpos de las 69 personas que han recibido tras la erupción registrada el domingo.
“Nos está costando mucho identificarlos porque algunos de los fallecidos perdieron sus facciones o las huellas digitales. Vamos tener que recurrir a otros métodos antropológicos y si es posible tomar muestras de ADN para identificarlos”, explicó.
La nota indica que hasta el momento solo 17 personas han sido identificadas por medio “de huellas dactilares y características físicas”.
Además hay 46 heridos, más de 1,7 millones de afectados, 3.271 evacuados y 1.877 albergados en los departamentos de Escuintla (sur) y Sacatepéquez (oeste), que junto al de Chimaltenango (oeste) son los más afectados por la erupción volcánica.
La zona carbonizada estaba todavía demasiado caliente para extraer los cuerpos de las víctimas y causó el derretimiento de los zapatos de los rescatistas. Los socorristas dijeron que encontraron cuerpos cubiertos de cenizas que parecían estatuas. La inhalación de cenizas o gases volcánicos calientes puede asfixiar a las personas rápidamente.
La explosión del volcán envió nubes de ceniza y ceniza caliente mezclada con agua y escombros que bloquearon las carreteras y dejaron varias viviendas en llamas. Según los expertos la explosión fue la más violenta en 40 años.
El presidente Jimmy Morales decretó tres días de duelo y estado de calamidad en los tres departamentos afectados y visitó este lunes la zona.
Cabañas dijo que no puede asegurar “cuántas personas hay desparecidas porque lo ignoramos”. Precisó que oficialmente solo tienen conocimiento de dos socorristas que siguen sin aparecer.
“Lo real son los dos bomberos que tenemos desaparecidos, hay cadáveres (en la morgue) y no se han presentado familiares a reclamar a sus víctimas”, lamentó.
El director de la Conred reconoció que por la naturaleza de la erupción que arrasó varios poblados cercanos con una avalancha de lodo y ceniza ardiente será casi imposible hallar sobrevivientes.
“Si están atrapados en el flujo piroclástico es difícil encontrarlos con vida. Incluso van a haber personas que pudieron ser calcinadas y no se van a poder encontrar”, dijo el funcionario.
Cabañas comentó que los fallecidos quedaron atrapados en el material incandescente que descendió del volcán, lo cual complica encontrar sobrevivientes.
“Continuaremos hasta que sea necesario y siempre guardando las medidas de seguridad”, agregó, en alusión a que en las laderas del coloso quedaron acumuladas grandes cantidades de sedimento y en cualquier momento se pueden desprender y causar otra catástrofe.
“No quedó nada”
En el corazón de la tragedia, las escenas son catastróficas. Un periodista de la AFP observó al menos tres cuerpos calcinados entre los escombros del caserío San Miguel Los Lotes, vecino de la golpeada aldea El Rodeo, donde socorristas, soldados y policías buscaban sobrevivientes.
Gallinas, patos y perros muertos también yacían entre el lodo y la ceniza, mucha aún humeante, mientras que otros animales domésticos eran rescatados por vecinos.
Hilda López relató que el barro volcánico barrió su pueblo de San Miguel Los Lotes, justo debajo de los flancos de la montaña. Todavía no sabe dónde están su madre y su hermana.
“Estábamos en una fiesta, celebrando la llegada de un bebé, cuando una vecina nos llamó a gritos para que fuéramos a ver que la lava ya venía. No le creímos y cuando salimos a ver el lodo caliente ya venía bajando por la calle”, dijo López. “Allá se quedó mi mamá, no pudo salir”, añadió la mujer.
En esa localidad, los rescatistas localizaron el domingo 18 cadáveres, explicó David de León, vocero de CONRED.
Según López, algo en su corazón le dice que sus familiares están muertos. El flujo piroclástico, una mezcla de agua y lodo hirviendo que bajaba del volcán, y el humo tóxico que lo precedía eran letales. Ahora espera en un albergue junto a su esposa y sus hijos tener noticias de sus familiares.
A Joel González, el esposo de López, también le falta su padre. “Se quedó enterrado allá, en la casa”. Al parecer el hombre no pudo salir de la vivienda que quedó en el camino de uno de los ríos de flujo piroclástico.
“Eso era como una playa, todo lleno de arena, no quedó nada. Las casas, los animales, la gente, todo se quemó, no tenemos nada”, dijo González. En el lugar solían vivir familias numerosas.
El Volcán de Fuego, uno de los más activos de Centroamérica, alcanza una altitud de 3.763 metros sobre el nivel del mar en su punto más alto.
La erupción concluyó después de 16 horas y media de actividad, pero “existe la probabilidad de una reactivación”, advirtió el Instituto de Vulcanología, recomendando mantener la precaución en las zonas afectadas.
Texto y foto de Infobae