“El Pecoso” lloró de Cali a Manizales
Por Fabio Larrahondo Viáfara [email protected] @falavi2005
“El Pecoso Castro salió llorando de Cali y llegó llorando a Manizales…, por considerar que era injusta la forma en que lo sacaron la dirección técnica del Cali tras haber perdido con Boca Junios en Argentina” …
Quien así habla es el periodista Francisco Henao Bolívar, coautor con su colega Santiago Cruz, del libro “Pecoso: vida y anécdotas del fútbol”, presentado el pasado 19 de abril y que cuenta con prólogo del Doctor Hernán Peláez, un sol del periodismo deportivo.
“La intención es rendirle homenaje al único director técnico que no divide en Colombia, lo quieren todas las hinchadas, por ejemplo, las del América y el Cali”, cuenta Francisco, hincha del Junior, pues “soy de Turbo y allá solo nos llegaba la narración vibrante de don Edgar Perea…”. Está radicado en Cali…y creo que es Tiburón-verde…
El citado coautor dialogó con Carlos Alberto Lenis, director del magazín El Girasol de Radio Diez de Marzo (radiodiezdemarzo.com, para el mundo) y el autor de esta sinopsis, a quienes confesó que “muchas anécdotas y otros hechos de interés se nos quedaron por fuera, porque había que cerrar, son 186 páginas”.
El primer contacto fue con la esposa del Pecoso, Liliana Echeverry, para que ayudara a convencerlo y “nos sorprendió que accedió fácilmente y se puso muy alegre. Fueron dos años yendo a Manizales, donde viven, y de conversaciones por teléfono”. Según Francisco en esas visitas a Manizales no hubo brindis con licor alguno, “solo buenos almuerzos, pues el Pecoso conoce toda esa ciudad”.
La decisión de escribir el libro “nació cuando lo sacaron del América por haber perdido un clásico y su equipo metido entre los ocho. Pensé que era el cierre de un ciclo”.
Curiosamente le dije a Francisco Henao Bolívar que abriera el libro en la página 78… y está en blanco, pero al frente comienza el capítulo “Las mañas” …y comienza con aquella historia de poner Vick Vaporu en los ojos de contrarios…y claro enseñada por Carlos Salvador Bilardo.
Y no podía faltar la niñez y adolescencia de Fernando Castro: su mamá, Adiela Lozada, al quedar en calidad de madre soltera asumió la crianza de sus hijos y lavaba ropa. “Mandaba a Fernando a entregarla y él se quedaba viendo y jugando fútbol a ratos, hasta ponía las talegas como porterías” …
Años después El Pecoso se reencontró con su papá, quien le ayudó a vincularse a la Central Hidroeléctrica de Caldas y construyeron una buena relación.
Y así, con un tono muy gustador, avanzó la entrevista como transcurre el libro que ya se encuentra en diversos expendios y hasta se puede pedir al whatsapp 311-7488870 y al 301-2366703…
Ah…y se me olvidaba… en el libro también hablan de cómo llegó el Pecoso Castro al Once Caldas, al Quindío, al Cali…pero es mejor que se consigan el libro…
