Grafitero Banksy abre hotel frente al muro israelí
Publicación de EL ESPECTADOR de Bogotá, Colombia.
El misterioso artista callejero británico Banksy reveló este viernes en Belén su nueva creación en los Territorios Palestinos, un hotel contiguo al muro de seguridad construido por Israel. (Galería El hotel de Banksy frente al muro israelí en Cisjordania).
El “Hotel Walled-Off” está hecho a imagen de la obra de Banksy que transfigura la realidad con poesía y falsa ingenuidad: las habitaciones tienen vista al famoso muro, una de las materializaciones más emblemáticas del conflicto entre israelíes y palestinos.
El “Walled-Off” se inscribe además en una actualidad en la que se habla en abundancia de los muros de separación. El establecimiento ofrece “la peor vista que se pueda tener desde un hotel”, afirmó Banksy en un comunicado. Su nombre es una referencia a la cadena de establecimientos de lujo Waldorf y al muro, ya que “walled off” significa “separado por el muro” en inglés.
Banksy reconstituyó con su equipo un hotel en el interior de un edificio residencial situado a pocos metros del muro y vaciado de sus ocupantes.
De las nueve habitaciones siete fueron decoradas por Banksy, mientras que las otras dos lo fueron por artistas canadienses y palestinos.
En una pared, sobre una cama, un soldado israelí y un manifestante palestino se libran a una batalla de almohadas. En la suite presidencial, un jacuzzi está alimentado por un balón de agua que se parece a los que los palestinos instalan en sus casas.
El director del hotel, Wissam Salsaa, insiste sin embargo que no se trata de un simple proyecto artístico sino de un verdadero hotel con habitaciones para alquilar a partir del 20 de marzo a 30 dólares la noche para las más baratas.
La identidad y el rostro de Banksy no se conocen.
Los conflictos, el muro y los Territorios Palestinos son una fuente de inspiración para Banksy, célebre por sus obras anónimas en el espacio público.
Una gran parte de la ciudad de Belén vive a la sombra del muro. En 2002 Israel empezó a construir la valla de separación que en este sector está formada por bloques de hormigón de varios metros de altura, para protegerse, en plena oleada de atentados palestinos durante la segunda Intifada, de las incursiones desde Cisjordania ocupada.
Dos tercios de la obra están terminados. El muro de separación alterna sectores de hormigón y vallas. Según la ONU tendría 712 km de largo una vez terminado.
El muro avanza en un 85% sobre Cisjordania. Para los palestinos es el símbolo más detestado de la ocupación israelí.
Del lado palestino, el muro es a la vez un lugar de protesta habitual y un terreno de expresión político-artística. Los murales que cubren el muro en algunos sectores se convirtieron en una atracción.
‘Destinación turística última’
Banksy ya había viajado a Belén en 2007. Dejó entonces algunos grafitis, entre ellos el de una niña revisando el cuerpo de un soldado con los brazos en alto y su fusil a su lado. (Archivo Banksy monta su Disneylandia).
Acompañado por otros quince artistas, Banksy se había quedado en secreto en la ciudad en la que nació Jesús según los cristianos, y expuso sus obras en una galería efímera instalada en la plaza principal, delante de la iglesia de la Natividad.
Las ganancias de esta operación fueron donadas a obras de caridad para los niños y los hospitales palestinos.
Algunas de sus pinturas habían alcanzado centenares de miles de dólares en subasta.
En 2005 pintó nueve plantillas en el muro. Entonces afirmó que el muro, llamado “barrera de seguridad” por Israel y “muro del apartheid” por los palestinos, era ilegal. El muro “es el destino turístico final para los grafiteros”, decía.
Sus plantillas -entre ellas una escalera apoyada en el muro, una niña levantada por globos o una ventana que se abre sobre un apacible paisaje montañoso- querían poner en evidencia el impacto del muro en la vida de los palestinos.
En 2015, entró en secreto en la Franja de Gaza para pintar tres obras en los muros del territorio devastado un año antes por una guerra entre el movimiento palestino Hamas e Israel, la tercera de ese tipo en seis años.
Banksy mantiene en secreto su verdadera identidad. El artista empezó a ser conocido en Londres en 2003 por sus grafitis transgresores como el de guardias imperiales orinando en un muro o dos policías besándose apasionadamente.