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La angustia del gobernador


El viernes 30 de octubre de 2015, en una esquina del parque José María Obando de Corinto, mientras en tarima Óscar Campo agradecía públicamente su elección como gobernador del Cauca para el período que culminará el próximo mes de diciembre, me encontré con un par de amigos que hace años no tenía el placer de saludar, a los ingenieros agrónomos César Rodrigo Campo y Magnolia Hurtado, que creo, son egresados de la Universidad Nacional.

Los conocí a mediados de los años ochenta en Santander de Quilichao, aunque vivían en Popayán, cuando eran funcionarios del SENA y con otros profesionales del ICA, entre ellos el ingeniero agrónomo Álvaro Hernández Libreros, ejecutaban en el norte del Cauca el Plan de Alimentación y Nutrición (PAN), un programa diseñado para la producción de alimentos básicos, impulsando el sector agropecuario.

Con la alegría de volver a verlos, les pregunté qué hacían en Corinto. Sonrieron por mi ignorancia, aclarándome que ellos eran los padres del gobernador Campo Hurtado. La sorpresa fue grande pues también había conocido a Óscar Rodrigo, ingeniero civil de la Universidad del Cauca; luego, cuando desempeñó, primero, el cargo de secretario de infraestructura del Municipio de Popayán y después, el de secretario de infraestructura del Departamento, pero no lo había relacionado familiarmente con Rodrigo y Magnolia, menos, como hijo de ellos.
Al ingeniero Campo Hurtado lo he apreciado siempre, y tan amigo de él como de sus padres, me gustó mucho su elección como gobernador porque es un personaje talentoso, optimista y muy creativo para la solución de problemas y en la ejecución de proyectos. Por algo es especialista en Gerencia de Proyectos de Unicauca y en Ingeniería Sanitaria y Ambiental de la Universidad del Valle, entre otros estudios que lo hacen muy competente para el cargo.
Pero gobernar en el Cauca es tarea escabrosa. A Campo le quedan apenas siete meses para culminar su mandato que inició con el programa “Campo para todos”. Le entregará el cargo a quien resulte elegido el próximo domingo 27 de octubre como gobernador para período 2020 – 2023.

Ciudadela Universitaria, en Santander de Quilichao, una inversión superior a $9 mil millones, dos bloques de tres pisos que albergan 48 aulas. La obra más grande es formar talento humano y tener posibilidades reales de competitividad.
En medio de sus satisfacciones por haber enfrentado con éxito la mayor parte de los retos que se impuso para prestar mejores servicios a los ciudadanos y alcanzar resultados favorables en la acción del gobierno, también se le notan sus angustias pues el departamento del Cauca sigue padeciendo males endémicos.

Nuevo Hospital Francisco de Paula Santander, inversión superior a los $35 mil millones que beneficiará a más de 400 mil habitantes.
A medida que los logros se consolidan, que se evidencian los avances para fortalecer la capacidad institucional con el fin de alcanzar resultados y prestar servicios garantizando la responsabilidad fiscal, en el mismo orden van apareciendo nuevas demandas y desafíos, muy difíciles de resolver de manera definitiva en una sociedad caracterizada por la multiplicidad étnica y cultural, y con históricas complicaciones estructurales generadas por la violencia política y delincuencial, el desempleo, la inseguridad urbana, la producción y consumo de drogas ilícitas, la pobreza y la desigualdad social, la explotación minera ilegal, que contribuye notablemente a la destrucción del medio ambiente, la escasa conexión vial interregional, el incumplimiento del Gobierno Nacional de los convenios firmados con las comunidades, la truncada implementación de los acuerdos de paz, el insuficiente acceso a nuevas tecnologías, en fin, son solo algunos de los factores que reproducen mayores expectativas en la sociedad y la insatisfacción de los ciudadanos, así el Gobierno Departamental haga sus mayores esfuerzos por intervenirlos con el liderazgo necesario para planificar, coordinar, ejecutar, monitorear y comunicar las prioridades clave.
Esos obstáculos que limitan la gestión efectiva y eficiente del gobernador Campo Hurtado no pueden ser abordados exclusivamente por la entidad territorial pues, por competencia, requieren un enfoque integrado del conjunto con el Gobierno Nacional, que debe gestionar complejas negociaciones políticas para aprobar e implementar estrategias prioritarias, pero se ha quedado corto en atenderlas. Es la angustia del gobernante regional que quisiera haber entregado en funcionamiento, por ejemplo, la doble calzada Santander de Quilichao – Popayán o el Acueducto Regional del Norte del Cauca (Afro), entre otras obras que siguen pendientes.

Centro de Atención Integral de Familia #CAIF en Puerto Tejada
Es más, creo que nosotros, como ciudadanos caucanos, también tenemos responsabilidades cívicas, por lo que conjuntamente con la exigencia de nuestros derechos, de manera simultánea deberíamos ejercer nuestros deberes, pues también somos protagonistas de los males que nos aquejan.
Esos deberes son delicados por los fines a que están ordenados, que es el bien común. Y, sin embargo, son aún desconocidos y se reflejan en el “nomeimportismo”, que conduce a la pérdida total del sentido social y comunitario y convierte al ciudadano en un murmurador insociable, en una isla solitaria, invadida y manejada por oportunistas fugaces que al final terminan agravando los problemas. Si recapacitamos y actuamos solidarios, entonces llegará un nuevo reto porque sentiremos la sensación… de sentirnos también angustiados, pero con responsabilidades para participar activamente en la vida política, cívica y comunitaria del departamento del Cauca en la búsqueda de soluciones.
El renacer de la conciencia cívica, además, combate el cómodo abstencionismo, no solamente electoral, y nos invita al cumplimiento del artículo 95 de la Constitución: “obrar conforme al principio de solidaridad social… respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas… defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia pacífica… proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano…”

En resumen, creo que debemos sentirnos satisfechos de la gestión de la actual Administración Pública Departamental, porque su cabeza, el ingeniero Óscar Rodrigo Campo Hurtado, ha tenido muy amplia capacidad de gestión, un conocimiento del medio, del territorio y del sentimiento popular. Ha sido reconocido por sus valores personales, éticos y profesionales, e inspira confianza, seguridad, respeto y solidaridad por parte de la ciudadanía.
Ojalá que el 31 de diciembre próximo se le ocurra despedir su gestión gubernamental otra vez en Corinto y que invite a sus padres, que ahora viven en Medellín, para volverlos a saludar con gusto, y nosotros, compartir solidarios, con civismo, la angustia del gobernador por los problemas que continúan vigentes, mientras Óscar Rodrigo personalmente, reivindica en tarima la dignidad de su cargo y el culminar su gestión como gran orgullo de sus conciudadanos que asumiremos la máxima “Cauca, territorio de Paz”.

Esta nota es escrita por ALFONSO LUNA GELLER publicada en Proclama del Cauca.

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