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“La cantera del ciclismo colombiano: un cohete que se desintegra en el aire.” Nota escrita por Carlos Arribas en El Pais de Madrid

El esplendor y las sombras de Colombia, en el momento en el que brilla la mejor generación de la historia del país de Cochise y Lucho

Superman, Egan Nairo, Sosa, Gaviria, Dani Martínez, Rigo, Molano, Hodeg, Anacona, los Henao, Bohórquez, Higuita… El principal producto legal de exportación de Colombia es el ciclismo. Una nueva generación de corredores ha tomado al asalto la vieja Europa y no hay equipo del WorldTour, la liga de los mejores, que se precie que no quiera tener a un joven colombiano como líder.
Responsables de la federación colombiana de ciclismo están en el Tour y no solo viven el día del Tourmalet como un día especial porque el 20 de julio es la fiesta nacional de Colombia o porque tres de los suyos —Egan, Rigo y Nairo— figuren entre los 15 primeros de la general o porque piensen aún que Egan puede ganar el Tour. Hablan, sobre todo, de la gran carrera que organizan, el Tour Colombia, y recuerdan que Julian Alaphilippe, el líder, ya ganó allí en febrero, y Enric Mas, el español que tan bien marcha, estuvo allí, en Rionegro, entrenándose unas semanas. “¡Ah! La bondad de la preparación en altura en Colombia”, suspiran los dirigentes. “Tenemos que promocionar mucho nuestra tierra”.
El ciclismo da esperanzas a la tierra dolorida de la que nacen los ciclistas; el ciclismo da al mundo una imagen hermosa de la Colombia torturada por tantas décadas de violencia. Y hasta Dave Brailsford, el magnate del Ineos, quiso tener participaciones en las bases del ciclismo colombiano.

Haciéndole eco, diferentes agentes de corredores especializados a importar ciclistas colombianos en Europa alertan del peligro y reconocen que para evitarse sorpresas han decidido pescar solamente en los equipos de juveniles, corredores que a los 18 años llegan a Europa para formarse de manera controlada. “Si no, no nos fiamos”, dice un agente. “Si Colombia no cambia, lo tendrá complicado”.

Texto tomado de EL PAÍS de Madrid, España.

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