album-art

La India, un gigante que no para de crecer

Publicación del periódico Granma de Cuba.

La India se consolidó como una de las economías con mayores tasas de creci­miento en el mundo, después de que se anunciara un aumento del Producto Interno Bruto del 7,6 % en el 2016.

Con casi 1 300 millones de habitantes, la nación surasiática resiste mucho mejor que otros países emergentes la cri­sis económica global, lo que se traduce en un aumento de su importancia y participación en el concierto financiero mundial.

Cifras oficiales aportadas por Nueva Delhi también indican que su tasa de crecimiento el año pasado fue mayor que la de Estados Unidos (1,8 %) y China (6,7 %), primer y segundo referente a nivel global, por lo que muchos se preguntan cuáles son los factores que han convertido a este territorio en uno de los recientes focos de desarrollo.

Considerada por los especialistas co­mo el único estado emergente capaz de seguir la huella trazada por el gigante asiático, la India representa actualmente más del  7 % de la economía global.

Su protagonismo ascendente se patentiza también en las previsiones del Banco Mundial para el 2017 que, aunque pronostican un descenso de su crecimiento, alrededor de los siete puntos porcentuales, todavía está muy por encima de la media internacional del 2 %.

DEMOGRAFÍA, PETRÓLEO Y EDUCACIÓN

Parte del éxito de esta expansión sin precedentes de la India se debe al factor demográfico. La mitad de su población total, contabilizada en aproximadamente 1 292 millones de habitantes, tiene menos de 25 años. Además, según cifras gubernamentales, se espera que para el 2020 se convierta en la nación más joven del mundo, lo cual significa una creciente mano de obra y mercado de consumo.

Sin embargo, esa dinámica poblacional contrasta con su espacio geográfico, de ahí que tenga una de las densidades de habitantes por kilómetro cuadrado más alta del mundo. Ese fenómeno pone en tensión el medioambiente y resulta una preocupación para muchos analistas.

La progresiva dinamización de la economía india tiene su explicación en la caída de los precios del petróleo. Ese te­rritorio es un importador nato de ese hidrocarburo y el descenso de los costos del barril además de oxigenar ayudó a reducir la inflación.

Al respecto Sajjid Chinoy, economista jefe para India en JPMorgan, declaró al Financial Times que el petróleo fue el mayor impulsor del crecimiento al añadir más de 1 % al aumento del pib tras incrementar el poder de compra de los individuos y compañías.

La promoción y la creación de programas educativos mucho más efectivos, basado en la meritocracia, marcan también la pauta de esta tendencia al progreso.

Gracias al aumento de las inversiones en educación el país posee una de las fuerzas laborales más calificadas del mundo y cerca de un millón de alumnos se gradúan por año de sus más de 250 universidades y 1 500 centros de in­vestigación.

La India se ha especializado además en la exportación de servicios, particularmente en sectores como la informática y telecomunicaciones.

Cada año gradúa el segundo mayor número de científicos e ingenieros en el planeta, los mismos profesionales que, afiliados a las más prestigiosas compañías del sector, ayudan a redactar los códigos con los que operan muchas de las computadoras de todo el planeta y por consiguiente dotar de modernidad y valor agregado a la economía de su nación.

Por otro lado, el primer ministro Narendra Modi, a pesar de las dificultades que implica no contar con la mayoría en el Parlamento, desplegó una estrategia económica que promueve, sobre todo, el desarrollo de la industria nacional.

Este exitoso programa logró el aumento de sus inversiones en infraestructuras y atrajo a varios millones de jóvenes indios a incorporarse al mercado laboral.

Las compañías extranjeras no pasan por alto el potencial del mercado interno indio y en los dos últimos años han duplicado su presencia en esa tierra, que destaca hoy como el mayor receptor de inversión extranjera en empresas completamente nuevas.

La promoción por parte del estado del capital foráneo en las industrias de alta prioridad y la flexibilización de los trámites, contribuyeron igualmente al auge de estos negocios y al dinamismo empresarial que ostenta hoy el país.

Aunque actualmente la economía de la India es cinco veces menor que la de China, el Fondo Monetario Internacional (fmi) reconoció que, para el 2020, la nación surasiática podría estar entre las locomotoras del desarrollo de este siglo.

Precisamente la imbricación con Beijing y otras naciones como Rusia, Brasil y Sudáfrica, en el denominado bloque de los brics, le ayudó a proyectar sus intereses en el escenario político y económico mundial.

HECHO EN INDIA

Hace algo más de dos años el gobierno también lanzó el programa «Hecho en India» que busca convertir al país en una potencia económica y política.

La campaña impulsada por el ejecutivo de  Modi está enfocada en incentivar a las empresas para la fabricación de sus productos en la India y así aumentar el crecimiento del pib y los ingresos fiscales, minimizar el impacto sobre el medioambiente, promover la innovación y atraer capital e inversión tecnológica.

El proyecto aspira a aumentar la pro­ducción manufacturera dentro del territorio nacional y disminuir las grandes importaciones de bienes de consumo para satisfacer a su clase media, creando un importante déficit comercial.

Pese a estos pronósticos favorables, la India aún enfrenta el gran problema de la erradicación de la pobreza, que afecta a cerca del 25 % de la población. Consciente de que no hay desarrollo posible sin la eliminación de este flagelo, la nación trabaja para aumentar la cobertura en servicios básicos de los que aún carecen parte de sus nacionales como sanidad, acceso al agua potable, vivienda y educación; mientras despliega estrategias para catapultar a niveles superiores su desempeño económico.

Login

Welcome! Login in to your account

Remember me Lost your password?

Lost Password