album-art

Las recompensas en el cerebro mejoran las posibilidades de sobrevivir

Por Isaac Torres Cruz. Especial de cronica.com.mx

dopamina-cerebro

Mediante experimentos con simios, Wolfram Schultz, neurofisiólogo alemán y destacado investigador de la Universidad de Cambridge, descubrió que la segregación de dopamina en el cerebro no es producida por la recompensa que el organismo recibe, sino que se produce inmediatamente antes de que el organismo la reciba.

“Las neuronas de la recompensa brindan implementaciones físicas a la construcción teórica de la recompensa; tenemos que entender que la recompensa no es una cosa física, pero viene del comportamiento y es una construcción, como el tiempo”, señaló el neurofisiólogo.

De acuerdo con el científico, las neuronas dopaminérgicas, o de la recompensa, brindan implementaciones físicas a la construcción teórica de la recompensa, concepto que no se refiere a algo físico, pero viene del comportamiento y es una construcción, como el tiempo.

Schultz refirió que cualquier estímulo, evento u objeto que excite a las neuronas dopaminérgicas puede inducir al aprendizaje y a la motivación de un organismo; las neuronas de la recompensa tienen un efecto parecido, pero no tan intenso.

Para las neuronas, añadió en conferencia en El Colegio Nacional, la sensación de recompensa es algo fundamental, ya que aumenta la liberación de dopamina en el cerebro. Este neurotransmisor, además de provocar “la felicidad” en el ser humano, tiene una función importante en los procesos de aprendizaje y experiencia del cerebro; las neuronas dopaminérgicas (neuronas cuyo neurotransmisor primario es la dopamina) codifican la predicción del error para que una toma de decisión de un resultado provechoso, llevando al organismo a establecer comportamientos para conseguir más recompensas.

“Las neuronas llamadas dopaminérgicas, o de la recompensa, codifican la predicción del error en el cerebro, para que un organismo tome una decisión provechosa y así obtener una recompensa”.

Por invitación de El Colegio Nacional, el científico alemán estuvo en el país y ofreció diversas conferencias. En el aula magna del recinto, explicó que existen recompensas primarias, biológicas, como la producida por la comida, líquidos y el sexo, las cuales son fundamentales para vivir y preservar los genes de los individuos.

Pero también hay otras recompensas, provocadas por el arte, las drogas, el conocimiento, la charla con amigos, cosas materiales o el helado… Añadió que las prácticas saludables de estos estimulantes de la recompensa tienen tres funciones: aprendizaje, acercamiento hacia entornos desconocidos y le inducción de emociones positivas, como el placer y felicidad. “A través de estas funciones, las recompensas mejoran nuestras posibilidades de sobrevivir y preservar nuestros genes”.

Wolfram Schultz ha referido que las señales neuronales juegan un papel importante en el proceso de toma de decisiones y en la selección de comportamientos. Sostiene que la capacidad del cerebro para procesar información relacionada con las recompensas ligadas a las emociones es una función primordial para la sobrevivencia y evolución de los organismos.  “Las recompensas son uno de los objetos cruciales de la vida, son ésas las que nos hacen comer, beber, enamorarnos y reproducirnos, así como gozar de la música, el arte y el placer que produce el conocimiento y la creación”. Los cerebros de las especies que más desarrollen en estas recompensas ganarán en la evolución, refiere.

 

Login

Welcome! Login in to your account

Remember me Lost your password?

Lost Password