Los jabones antibacterianos son perjudiciales, según la ciencia
Publicación de Computer Hoy
La llamada Declaración de Florencia, un consenso de más de 200 científicos y profesionales médicos y publicado en la revista científica Environmental Health Perspectives, revela que los jabones antibacterianos de uso común no solo no proporcionan beneficios, sino que además son perjudiciales tanto para la salud como para el medio ambiente.
Esta no es la primera vez que escuchamos esta afirmación. En septiembre del año pasado, un estudio de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) puso de manifiesto que el uso de este tipo de productos a largo plazo podría ser más peligroso que ventajoso, y el organismo decidió prohibir todos los jabones que incluyeran uno de los 19 ingredientes activos mencionados en el documento, entre los que se encuentran los polémicos triclosán y triclocarbán.
Los estudios científicos han demostrado que el triclosán puede tener efectos tóxicos por su persistencia en los sistemas fluviales, ya que el proceso de depuración de las plantas de tratamiento no puede eliminarlo del agua. Como consecuencia, el compuesto inhibe la fotosíntesis de las algas de los ríos, lo que afecta negativamente a los ecosistemas. Además, puede hacer a las personas más sensibles a las alergias alimentarias y el asma, así como afectar a la reproducción y al desarrollo.
En cuanto al triclocarbán, distintas investigaciones señalan que puede actuar modulando la actividad de los receptores de estrógenos y andrógenos, y algunos experimentos demuestran que podría alterar la homeostasis fisiológica normal.
De acuerdo con la declaración firmada por los científicos, no hay ninguna evidencia que demuestre de que los jabones antimicrobianos que aseguran matar los gérmenes en realidad tengan la capacidad de prevenir enfermedades. Peor aún: podrían estar dañando activamente la salud de los consumidores y perjudicando el medio ambiente.
“La gente piensa que los jabones antibacterianos para las manos ofrecen una mejor protección contra las enfermedades”, explica Barbara Sattle, profesora de salud ambiental en la Universidad de San Francisco. “Sin embargo, en general los jabones antimicrobianos no realizan esta tarea mejor que el jabón normal y el agua”.