Un grupo de científicos realizará un experimento con un destructor de átomos para buscar un universo paralelo

El “destructor de átomos” del Large Hadron Collider (LHC), situado en el centro del CERN en Ginebra, Suiza, es un aparato muy complejo técnicamente y alcanzará sus niveles de energía más altos en un intento por detectar, o incluso crear, agujeros negros en miniatura.
Si tiene éxito, se revelará un universo completamente nuevo, reescribiendo no solo los libros de física sino también los de filosofía. Tanto es así, que incluso es posible que la gravedad de nuestro propio universo pueda “filtrarse” en este universo paralelo, dicen los científicos del LHC.
El experimento seguramente provocará una reacción en los críticos alarmistas del LHC, muchos de los cuales advirtieron inicialmente que el colisionador de partículas de alta energía significaría el fin de nuestro universo con la creación de un agujero negro propio.
Desde Ginebra, sin embargo se muestran tranquilos y se sienten avalados por el LHC, que ha tenido un éxito espectacular. Un grupo de científicos demostraron la existencia del escurridizo Bosón de Higgs, llamado la ‘partícula de Dios’. Se trata de un bloque de construcción clave del universo, y aparentemente está en camino de clavar la ‘materia oscura’, una posibilidad teórica previamente indetectable que ahora se cree que es la mayor parte de la materia del universo.
Pero se considera que el experimento de la próxima semana cambiará las reglas del juego. Mir Faizal, uno de los tres miembros del equipo de físicos detrás del experimento, dijo: “Así como muchas hojas de papel paralelas, que son objetos bidimensionales [ancho y largo] pueden existir en una tercera dimensión [altura], los universos paralelos pueden también existir en dimensiones superiores”.
“Predecimos que la gravedad puede filtrarse a dimensiones adicionales y, si lo hace, se pueden producir agujeros negros en miniatura en el LHC. Normalmente, cuando la gente piensa en el multiverso, piensa en la interpretación de la mecánica cuántica de los mundos múltiples, donde se actualizan todas las posibilidades”, afirma el experto en física.
Además, Faizal asegura que “no se puede probar”, por ello se acerca más a “la filosofía y no a la ciencia”. Por otro lado, la gravedad juega un papel fundamental, y “puede fluir desde nuestro universo hacia las dimensiones adicionales, este modelo puede probarse mediante la detección de mini agujeros negros en el LHC”.
Para saber que todo va según lo previsto, necesitan “detectar mini agujeros negros en esta energía, porque entonces sabremos que tanto el arco iris de la gravedad como las dimensiones adicionales son correctas”.
Hasta ahora, el LHC ha buscado mini agujeros negros a niveles de energía por debajo de 5,3 TeV, pero el último estudio dice que es demasiado bajo. En cambio, el modelo predice que los agujeros negros pueden formarse a niveles de energía de al menos 9,5 TeV en seis dimensiones y 11,9 TeV en 10 dimensiones.
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