Una vacuna contra la gripe podría ofrecer cierta protección contra los efectos graves de la COVID-19, sugiere un estudio reciente.
Si una persona se infecta con la COVID-19, haber recibido una vacuna contra la gripe hace que sea menos probable que sufra una infección grave en todo el cuerpo, coágulos sanguíneos, que tenga un accidente cerebrovascular (ACV) o que sea tratada en una unidad de cuidados intensivos (UCI), según el estudio.
La vacuna contra la gripe podría proteger de una COVID grave
“Nuestro trabajo es importante”, aseguró el coautor del estudio, el Dr. Devinder Singh, y anotó que los recursos limitados alrededor del mundo siguen frenando el acceso a la vacuna contra la COVID.
“La población global podría beneficiarse de la vacunación contra la influenza, ya que puede actuar de forma dual para proteger de la ‘doble pandemia’ de coronavirus e influenza, que podría potencialmente abrumar a los recursos de la atención de la salud”, dijo Singh, jefe de cirugía plástica de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami.
No está claro por qué una vacuna contra la gripe protegería de algunos de los efectos graves de la COVID-19, pero es posible que prepare al sistema inmunitario para que reduzca las probabilidades de algunos daños sistémicos que también se experimentan con la gripe, plantean los investigadores.
Pero advierten que la vacuna contra la gripe no es una sustituta de la vacuna contra la COVID-19. El estudio tampoco puede probar que una vacuna contra la gripe proteja de la COVID-19, solo que podría hacerlo.
El Dr. Eric Cioe-Pena es director de salud global de Northwell Health, en New Hyde Park, Nueva York, y no participó en el estudio. “Aunque el estudio muestra una asociación clara entre los que se vacunan contra la gripe y unas morbilidades más bajas de la infección con la COVID, debemos ser claros respecto a que este estudio no muestra causalidad, y ni siquiera sugiere un vínculo causal claro sobre cómo la vacuna contra la influenza ayudaría con la COVID”, enfatizó.
“De cualquier forma, respaldo por completo la vacuna contra la gripe y la vacuna contra la COVID como medidas prudentes de salud pública, y si hay un beneficio secundario, magnífico”, aseguró Cioe-Pena.
En el estudio, Singh y sus colaboradores utilizaron la base de datos de investigación TriNetX para recolectar datos sobre dos grupos, cada uno con más de 37,000 pacientes.
Las personas en el primer grupo recibieron una vacuna contra la gripe entre dos semanas y seis meses antes de recibir un diagnóstico de COVID-19. Las del segundo grupo también tuvieron COVID-19, pero no se habían vacunado contra la gripe.